Acámbaro vivió una vez más su tradicional ‘lluvia de pan’ donde más de 5 mil personas se aglutinaron por las principales calles de esta ciudad en espera del pan que llovía del cielo al paso de decenas de vehículos de empresas productoras del principal alimento de la mesa.

Desde la madrugada, más de medio centenar de maestros panaderos calentaron sus hornos y sacaron sus recetas tradicionales para preparar la masa que se transformó en más de 150 mil piezas de pan y en una delicia al paladar.

Luego de la intensa precipitación pluvial, los paraguas se voltearon al revés y se llenaban una y otra vez de pan, mientras otras personas ‘cachaban’ a diestra y siniestra toda pieza que surcaba frente a ellos.

La 7ma Feria de la Panificación en Acámbaro se llevó a cabo del 9 al 11 de julio en la plaza principal de esa ciudad donde una docena de productores se instalaron para ofrecer los tradicionales panes como el picón, el tallado, el ranchero, el de ajonjolí, de granillo de leche, el de agua, la sema, el de muerto y las ya famosas acambaritas. 

Con este tipo de actividades se trabaja en el rescate, preservación y difusión de la gastronomía guanajuatense que esta vez ofreció una fiesta al paladar con un sabor característico de esta tierra de gente de trabajo y de valor.

Prueba de lo anterior, fue el obsequio de más de 150 mil piezas de pan, los panaderos ofrecieron parte de su patrimonio como una ofrenda y por el gusto de compartir, porque así es la gente de Acámbaro, fraternal.

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