Escurrimientos de aguas negras, nulos trabajos de rehabilitación de la compuerta y el exceso de basura tienen en deterioro a la Presa de los Santos, monumento histórico protegido por el INAH.
El sitio se ubica en el corazón del barrio de Marfil y se comenta que fue construida durante el siglo XVIII. La presa cuenta con ocho esculturas en su cortina.
Sergio Tovar Alvarado, delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), reconoció que la presa está catalogada como un Monumento Histórico, aunque es propiedad de un particular. Así que para ser sometida a trabajos de rehabilitación se requiere platicar primero con el propietario.
Am Express realizó un recorrido y se observó el avanzado deterioro de las esculturas, así como de su base, donde estaba impresa la historia de cada una por lo que ya es prácticamente imposible identificar el nombre de las imágenes que representan. Además algunas bases están grafiteadas.
Hogar de flora y fauna
Aunque actualmente este cuerpo de agua es de ornato, también es el hogar de peces, tortugas, patos, lagartijas y ardillas, entre otros animales.
Sin embargo, se aprecian escurrimientos de aguas negras que provienen de las tuberías de casas colindantes y la existencia de mangueras para extraer agua conectadas a viviendas vecinas lo que la daña cada vez más.
También poco a poco se caen pedazos de cantera de la compuerta y en las orilla de la presa hay importantes acumulaciones de basura.
Pesca familiar
Pese a los problemas de contaminación, decenas de capitalinos acuden por las tardes a pescar mojarras y carpas: algunos improvisan con una botella de plástico, un hilo y un anzuelo y otros, vecinos de colonias aledañas como Arroyo de la Aldana, Las Bateas, El Edén y Presas de Guanajuato, acuden en familia.
Con estas capturas de peces y la desaparición de los patos, ya que cada vez se observan menos, la Presa de los Santos sigue su proceso de extinción.