Itzel Ruiz es madre soltera de un pequeño llamado Atzel Yamil, que nació el 11 de enero del 2010, su pequeño tiene ahora 6 años y ha sido toda una aventura para ella y su familia tener a una persona que les cambió la vida desde el momento en que supieron de su existencia.
.¿Qué sentiste cuanto de dijeron que ibas a ser mamá?
.Sentí mucha alegría y mucho, mucho miedo. De inmediato se te vienen las preguntas de cómo lo vas a sacar adelante. Mucha alegría porque era un niño muy deseado, en ese entonces mi pareja y yo estábamos buscando un bebé, me sentí protegida y muy segura.
.¿Cómo fue tu embarazo?
.No tuve síntomas extremos, mucho sueño sí. Lo disfruté tanto, cada segundo, que si algún día se me permitiera volvería a tener otro bebé porque fue muy bonito, fue creciendo a su paso, se fue desarrollando bien.
En ese entonces estaba sola y me dí cuenta que tenía mucha fuerza, me dedicaba a trabajar y a estudiar, no tenía tiempo de sentarme a descansar, siempre fue muy bonito, lo gocé bastante.
¿Qué sentiste cuando lo viste por primera vez?
.Se me despertó el instinto maternal, tenía un poco de miedo, yo creo que es normal, porque es un ser que depende 100 % de ti. Sentí mucho alegría, más respeto por la vida, admiración por mi madre por los dolores (risas).
.¿Qué ha sido lo más satisfactorio?
.Lo más satisfactorio ha sido poder sacarlo adelante yo sola, poder estudiar y trabajar. Que sea un buen niño, ver como interactúa con otras personas, verlo feliz, sano, esa es mi mayor satisfacción; el que su comportamiento sea correcto a su edad, que sea muy juguetón, que sea inquieto, preguntón, que no se quede callado; eso quiere decir que es un niño sano tanto física como mentalmente. Con eso me he ganado la gloria.
.¿Qué has aprendido de él?
.Son tantas cosas, el ser paciente, no guardar rencores, ser perseverante. He aprendido a ser mamá, a amar incondicionalmente, los niños no mienten salvo que tu los enseñes, él me ha enseñado a amar sin importar como sean las personas, que pretendan o que aparenten por fuera. Su nobleza, su fortaleza, su corazón limpio, eso quiero ir aprendiendo de él.
.¿Qué consejo le das?
.Que sean muy pacientes, ellos llegan a este mundo sin saber qué está pasando y nosotros como sus guías tenemos la tarea de orientarlos, ser paciente que a veces nos falta mucho.

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