Con 40 salarios mínimos fue multado el propietario del funicular, Eduardo Knapp Aguilar, por el accidente del año pasado cuando una cabina cayó al vacío por un desperfecto mecánico, resultando lesionada una empleada.
Para que el funicular volviera a dar servicio, tuvo que atender varias observaciones como inspeccionar el sistema de frenado, dar mantenimiento al cableado de acero que jala las cabinas, etc.
Knapp Aguilar señaló que el último requisito fue pagar una multa de 40 salarios mínimos por el accidente.
Así, desde la semana pasada, el funicular volvió a dar servicio a la ciudadanía y a los visitantes.

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