Sergio Ramón Tovar Alvarado, como delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estado de Guanajuato, se ha convertido en un incansable protector del patrimonio de los mexicanos.
Es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional donde estudió la carrera de Relaciones Internacionales.
Trabajó para la Secretaría de Relaciones Exteriores durante 27 años, actualmente presta sus servicios en el Instituto Nacional de Antropología e Historia desde el año de 2013.

.¿De dónde es originario?
. De la Ciudad de México pero desde muy chico me crió mi abuela en la ciudad de Celaya, ahí hice el kínder, la primaria, la secundaria y la preparatoria.
Al terminar mis estudios de preparatoria me fui a la Ciudad de México para continuar en la Universidad Nacional.

.¿Cómo empezó en usted el gusto por la Arqueología?
. He sido una gente con la fortuna de haber podido viajar por todo el mundo, tuve la oportunidad de estar en muchas partes, entre ellas Hungría, en La Habana donde atendía a los corresponsales de los medios informativos.
Esa perspectiva de poder haber vivido fuera de México, el haber vivido otras experiencias y compararlas con la vida de países europeos, de América Latina me fueron creando un gran interés por la historia de mi país.
Profundice bastante sobre América Latina, en mis años de estudiantes trabajé el tema de América Latina en el aspecto de las historia.
Como delegado me ha sido un tema novedoso que me ha obligado a aprender y a estudiar la arqueología y la restauración de edificios.

.¿Se aprende como delegado del INAH?
. Sí, he aprendido mucho por la experiencia que el instituto da y las acciones cotidianas que uno tiene, por los asuntos que uno trata.
Eso me obliga a perfeccionar, a leer, a estar muy pendiente de los temas, para tratar de hacer un papel digno, adecuado a las instrucciones que tengo por parte de mis autoridades.

.¿Ha estado en otras áreas en el INAH?
. Esta es mi primera vez que tengo la oportunidad de trabajar en el INAH como delegado, mi última misión en la Secretaría de Relaciones fue en Cuba, al llegar a México estuve en el Congreso de la Unión como secretario técnico atendiendo el tema de la Unión Europea y ahora estamos como delegados del INAH.

.¿En estos viajes que realizó qué país le impresionó más?
. El haber vivido en la isla cubana me permitió valorar mucho la importancia de su Centro Histórico, ya que a través de muchos esfuerzos lograron el poderlo rehabilitar en condiciones difíciles para el país.
Gracias al ingenio y al interés del propio gobierno cubano, se empezó a reestructurar una inmensa cantidad de edificios que estaban casi derruidos y no había forma de poderlos intervenir, en la actualidad es un ejemplo a seguir por muchos países de América Latina, por su modelo, su forma, incluso tienen una estación de radio dedicada al Centro Histórico de la ciudad donde se difunden los sitios del Centro y se brinda información de cómo continuar sus inmuebles del siglo XVI.

.¿De la ciudad de Guanajuato qué le gustó?
. Yo viví aquí por el año de 1970, viví dos años, desde entonces quedé sorprendido de su belleza, su entorno, sus construcciones y de la habilidad del ser humano para ir construyendo en una cañada tan difícil.

.¿Considera que se ha cuidado el Centro?
. Sí, obviamente hay un gran esfuerzo de las autoridades por conservar, lo que falta es crear instrumentos legales que le den más certeza a la ciudad para poder seguir siendo una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

.¿Cómo delegado tiene tiempo para realizar actividades personales?
. Es complicado porque atendemos los 46 municipios el estado, no es solamente Guanajuato, debemos estar pendientes de todo el estado.

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