Como presidente del Consejo Ecologista Guanajuatense, Enrique Avilés Rodríguez representa a un grupo de ciudadanos de Guanajuato comprometidos con el cuidado de la naturaleza.
Avilés Rodríguez estudió Filosofía en la UNAM, posteriormente Antropología Social en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, conocimientos que comparte en instituciones de nivel superior del estado.
Fue en el cuidado de la naturaleza donde Enrique Avilés encontró el punto de encuentro de todas las disciplinas científicas, sociales y de ciudadanos preocupados en mejorar su calidad de vida.
Así, en 1990 se formó un grupo de capitalinos, entre ellos profesores de la Máxima Casa de Estudios, interesados en el cuidado del medio ambiente.
Aunque por sus venas corre sangre de Guanajuato y Zacatecas, por azares del destino nació en la Ciudad de México, aunque con el paso del tiempo regresó a Guanajuato a los 28 años de edad, ciudad donde afloran recuerdos como las caminatas de Yerbabuena a La Bufa.
.¿Cómo cuidan el medio ambiente?
. Hicimos un inventario con la Comisión Nacional Forestal de todos los árboles faltantes desde el Parque Florencio Antillón hasta el Jardín de las Embajadoras,donde hemos planteado la necesidad de reponer árbol e incluso plantar más. Aparte de la contaminación atmosférica, trabajamos el tema de la basura, el cual en estos tiempos ha hecho crisis.
Hemos planteado la necesidad de compactar la basura, de compostearla, recuperar el material que se pueda reciclar como el PEP, el aluminio, el vidrio, etc.
.¿Ustedes fomentan el cuidado de la naturaleza en los niños?
. Sí, una de las actividades más añejas en el Consejo Ecologista Guanajuatense, es la llamada Feria Ecologista Infantil.
Es una actividad de sensibilización, concientización y educación, sobre todo dirigida a los niños, porque ellos son los que se van a encargar del cuidado del medio ambiente en un futuro muy cercano.
Los niños posteriormente nos ayudan a sensibilizar a los papás en el cuidado del medio ambiente, nuestra primera Feria Ecologista Infantil fue en 1991, con algunos intervalos pero ya llevamos 18 ediciones en el fin de semana más cercano al Día del Niño.
.¿Cómo surge tu pasión por el cuidado de la naturaleza?
. Desde mi adolescencia, porque inicialmente tenía la intensión de dedicarme a la Biología, era una materia que a mí me gustaba mucho pero por los giros de la vida terminé estudiando humanidades.
Creo que desde niño me interesó el cuidado de la ecología, así valoré el placer de caminar por un bosque porque aunque parezca un cliché son remansos de paz y tranquilidad.
.¿Se han perdido estos espacios?
. Sí, las plazas públicas se han ido invadiendo por cafés, bares, restaurantes y se han reducido los espacios de convivencia social.
Ahora que estamos preocupados por la descomposición del tejido social, creemos que se necesitan más espacios de convivencia social e históricamente los parques y jardines han sido esos espacios donde los niños van a jugar y conviven con otros niños, y donde los papás de los niños generan relaciones.
En los parques y jardines han florecido romances que han terminado en matrimonios, espacios que también son para estar tranquilos por eso lamentamos el descuido a los parques y jardines, así como la instalación de comerciantes semifijos en sitios como el Parque de Embajadoras.
