Por segundo año consecutivo, el Instituto Estatal de la Cultura presentó en el Teatro Juárez el Ciclo de Piano, que en su función de inauguración contó con el talento y la presencia de la pianista Ana Cervantes.
En esta ocasión la artista deleitó a la audiencia con algunas piezas que se desprenden de su producción discográfica realizada en 2010 titulada “Canto de la monarca: mujeres en México”. Este proyecto cuenta con las obras de Marcela Rodríguez, Georgina Derbez, Mario Lavista, Horacio Uribe, Arturo Márquez, Alba Lucía Pores, entre otros.
Para su realización, Ana Cervantes invitó a los compositores a evocar a una de las mujeres que se han destacado en la historia de México. Es así como Cervantes se complace en interpretar melodías que recuerdan a Frida Kahlo, Joy Laville, Sor Juana Inés de la Cruz, Remedios Varo, María Sabina, La Malinche, incluso a una mujer de una leyenda muy representativa de nuestro país, La llorona.
Incluso Georgina Derbez escribió una obra especialmente para ella que se llama “El vuelo de Ana”, algo que definitivamente la sorprendió y que con gusto ejecuta en sus intensas giras por varias partes de México y otros países.
Más tarde se presentó Rodolfo Ponce Montero, uno de los pianistas más reconocidos y que además se ha destacado por la promoción y la difusión de eventos culturales donde los protagonistas sean los instrumentos de teclado, por muchos años trabajo con la Dirección Municipal de Cultura y Educación para la realización del Festival Internacional de Órgano de Guanajuato (FIOG) “Guillermo Pinto Reyes”.
Dicho festival se realiza en recintos religiosos como el Oratorio de San Felipe Neri (La compañía), así como la Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato, el Sagrado Corazón de Jesús (Belén) y el templo de San Cayetano (La Valenciana).
Además, desde hace dos años dirige el Ciclo de Piano Universitario de Piano e Instrumentos de Teclado que realiza en conjunto con la Dirección de Extensión Cultural de la Universidad de Guanajuato en el Teatro Principal.
Para muchos fue un deleite disfrutar de su genuina forma de tocar, un grato momento donde el sonido crea una conexión con el público, el cuerpo y la mente se relajan de tal manera que el alma se nutre de emociones positivas mientras escuchaban al pianista.
