Sindicato de Músicos, comerciantes indígenas y semifijos, además de pobladores de Calderones, coincidieron con sus manifestaciones por separado en la Presidencia Municipal.
Los músicos exigieron a las autoridades ordenar la estancia de músicos en el Centro.
Vecinos de Calderones pidieron echar atrás la consulta pública del Municipio porque dicen que las nueve hectáreas donde se pretende cambiar el uso de suelo cerca de la comunidad de Carbonera son propiedad del ejido.
Y comerciantes semifijos e indígenas pidieron respuestas sobre la regulación de sus permisos.
Los músicos
Alrededor de unos 30 integrantes de la sección 129 del Sindicato de Músicos reclamaron al Alcalde el incumplimiento al compromiso que hace más de 2 años adquirió para poner en orden en el sector.
“Alguien que no está legal genera desorden porque si invade lugares que no le pertenece o no tiene documentación o derecho para trabajar está haciendo un problema”, dijo Juan Gutiérrez, secretario general de la sección 129.
Vecinos de Calderones
Alrededor de 20 vecinos de Calderones denunciaron que esa zona está en un litigio, por lo que pidieron suspender el proceso de cambio de uso de suelo.
Los pobladores de Calderones entregaron al director de Desarrollo Urbano, Sergio Knapp Aguilar, planos especificando el sitio donde presuntamente está el terreno para demostrar que está dentro de su ejido.
“Por si se aprueba el cambio de uso de suelo, nosotros estamos tramitando un amparo federal y ya metimos la queja a la Procuraduría Agraria”, dijo Lilia Gallardo.
Comerciantes
Comerciantes ambulantes indígenas se reunieron con el titular de Fiscalización, Francisco López, en busca de una respuesta a la regulación de sus permisos.
“Estamos tramitando nuestros permisos desde el 6 de marzo y no hemos tenido respuesta, así que no podemos vender”, dijo Felipa Aniceto, una de las vendedoras.
También se presentaron comerciantes semifijos de la Plaza del Músico, quienes denunciaron que no se pueden regularizar porque cuando acuden al Departamento Jurídico reciben un mal trato.
“Es muy grosero el señor (Alejandro Sosa Campos), una vez yo fui con él y casi me corrió, me dijo que me iba a correr a toda costa”, dijo Baltazar Rodríguez, comerciante.