Manuel Guerra y sus tres amigos tienen más de 15 años trabajando como albañiles y también acudiendo cada año a la tradicional misa del Día de la Santa Cruz, buscando siempre la bendición de la iglesia para tener trabajo todo el año.
Cientos de albañiles acudieron ayer a la Basílica de Nuestra Señora de Guanajuato.
Y es que con tantos años de experiencia en lo oficio, los tres coinciden en que la fe en Dios es lo que les impide caerse cuando escasea el trabajo y es poco el dinero que pueden juntar para mantener a sus familias.
Por eso cada tres de mayo, desde hace 15 años, Manuel se levanta más temprano que de costumbre, se baña y se arregla para unirse a la peregrinación con todos sus compañeros del gremio, y sobre todo con sus amigos.
Su petición dice siempre es la misma, que el trabajo no le falte y tampoco la salud para él y su familia, pues sabe que sin salud no hay trabajo que pueda hacerse.
“La Cruz es el símbolo de nuestro trabajo, es lo que nos dignifica, lo que nos da trabajo. Es la bendición para que durante el año tengamos mucho trabajo y nos vaya bien, tenemos mucha fe en esto”, comentó.
Víctor Rosas tampoco asiste solo a la celebración de su día, él es acompañado por su esposa y su hija, pues además de que quiere hacerlas parte de un día especial para él, quiere que reciban las bendiciones de la iglesia.
Él trabaja para su familia, para llevarles lo necesario a la mesa y para que su hija pueda acudir a la escuela, pero sabe que a veces las obras son pocas y hay que buscarle mucho, aunque al final siempre “cae algo”, dice.
A Juan Carlos Hernández también lo acompaña a misa su esposa cada año, desde hace 20 años, nunca ha faltada a la celebración del Día de la Santa Cruz, y dice que esto es lo que le ha ayudado a tener trabajo, pero además a sentirse protegido cuando está realizando su labores.
Para él es importante el trabajo, pero por lo que más le pide a Dios, es que lo cuide de que no le pase nada, pues siempre anhela regresar al lado de los suyos para convivir y buscar siempre ser felices.
“Tengo como 20 años viniendo aquí a misa, es la tradición de nosotros los albañiles, venir aquí cada año a la bendición de la Virgen. Vengo con mi familia, mi esposa y mi hija, ellas siempre me acompañan”, dice lleno de fe Juan Carlos.

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