Después de 4 años de noviazgo, Maritza Ramírez Ramírez y Pedro Hernández Zamarripa juraron
amarse y respetarse durante todos los días de su vida ante la presencia de sus amigos y familiares en la
Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato.
El novio acudió con su papá, el señor Pedro Hernández Vizguerra, y en representación de su madre
Patrocinio Zamarripa Tovar (q. e. p. d. ), su hermana Juanita Hernández Zamarripa. Maritza fue
entregada por sus queridos padres, la señora Ma. Leticia Ramírez Medina y José Ramírez Casillas.
Luego de darse el sí definitivo ante la ley de Dios, se llevó a cabo la ceremonia civil en uno de los
jardines de San Gabriel de Barreras. A pesar de los inconvenientes a consecuencia de la lluvia, la
familia se mostró muy feliz por participar en un evento tan importante para la pareja.
La recepción fue en uno de los jardines y para iniciar con el ambiente musical se contó con la presencia
del mariachi Conquistadores de América, momento en que los novios aprovecharon para agradecer a
todos sus invitados por asistir a su boda.
Para la ocasión se sirvió medallón de filete mignon de res con tocino bañado con una salsa de
champiñones y vino tino, espagueti tres quesos, papas cambray con adobo y chiles y cebollas toreadas,
acompañadas de whisky, tequila, cerveza o refresco. Para los pequeños hubo un platillo especial que
consistió en 2 hot dogs, papas fritas, refresco o jugo y golosinas. Además de una mesa de dulces para
todos los asistentes.
Los recién casados recorrieron todas las mesas para agradecer la asistencia de sus amigos y familiares.
Más tarde pasaron al centro de la pista para bailar su primera pieza como marido y mujer “Mi razón de
ser”, interpretada por la banda Escalante de Los Lorenzos.
Enseguida brindaron por su nueva vida juntos y partieron el pastel, sus amigos solteros participaron en
la tradicional vibora de la mar, momento en que alguna de las chicas se gana el ramo de flores y un
chico la liga de la novia.
La fiesta continuó hasta las 5 de la mañana con la actuación de la Kumbre, ese mismo día se realizó
una tornaboda en la casa de la familia del novio, en la que todos disfrutaron de carnitas, arroz y frijoles
charros. Más tarde los novios se despidieron de sus invitados, se fueron de luna de miel a la Riviera
Maya.
