Ni la lluvia detuvo la clausura del homenaje al universal Diegor Rivera en el jardín del Cantador. Entre carpas y sombrillas se dieron cita autoridades, invitados especiales, guanajuatenses caracterizados de algún personaje del mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, así como público en general.
Con el sonido de la lluvia, el alcalde Luis Fernando Gutiérrez Márquez dijo que es una bendición que en un evento tan especial el agua sea testigo. “Diego no es derrotista ni triste. Es fundamentalmente investigador, constructor y sobre todo arquitecto”, citó a la pintora y quien fuera la tercera esposa del muralista, Frida Kahlo.
También agradeció a todas las personas e instituciones que estuvieron involucrados en la realización de las actividades que iniciaron el pasado 12 de febrero con conferencias, charlas, la presentación del libro “El trazo del mito”, así como montajes escénicos de actuación, baile y apreciación cinematográfica.
“Soy muy guanajuatense”, fueron las primeras palabras que dijo la hija de Diego Rivera, Guadalupe Rivera Marín antes de la develación del busto de su padre. Agradeció al senador Gerardo Sánchez García, quien es integrante de la asociación Organizados para Servir uno de los responsables para que después de 55 años le rinden un merecido homenaje.
“Yo lamento mucho que aunque mi padre fue comunista, en Guanajuato nunca le hayan dado importancia. A mi me parece que la ideología, una mentalidad, no tiene nada que ver con el valor de un individuo que como mi padre ha llevado el mundo entero el conocimiento del valor artístico”.
Recordó que en una ocasión le llamó el entonces presidente del país, Luis Echeverría, quien se encontraba con unos estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Guanajuato para solicitarle que la casa donde nació el artista se convirtiera en sede de la institución, sin embargo ella les dijo que ese lugar tenía que ser museo y para ello, contó con el apoyo del entonces gobernador del estado, Luis H. Ducoing.
“Deseo darles las gracias porque 55 años después se esta rindiendo este homenaje a mi padre. Más vale tarde que nunca”. Aprovechó para platicar sobre sus antepasados, quienes estuvieron ligados a varios acontecimientos que sucedieron en algunos lugares del estado y por lo que se siente orgullosamente guanajuatense. “Podemos saber porque somos los Rivera lo que somos, siempre hemos estado del lado de la libertad, del lado de la independencia, del lado de la lucha por México”.
Por su parte, el senador Gerardo Sánchez García le obsequió el libro que se presentó en la inauguración “Trazos del mito”, que cuenta con algunos textos, entrevistas, incluso un corrido sobre su padre.
Además del busto, se develó la escultura “El fusilero marino”, una pieza en bronce de 4 X 6 metros, que se encuentra en la glorieta Unesco, entrada principal de la ciudad.
También habrá otras tres que se van a instalar en el Centro Cultural de Santo Tomás Huatzindeo en Salvatierra. Anunció que se le rendirá un homenaje a José Chávez Morado, y que en algunos días iniciarán las Jornadas de Identidad Cultural. Por último aprovechó para invitar a Guadalupe Rivera Marín a la presentación del libro “Los grandes de Guanajuato”, en el que por supuesto forma parte su querido padre.
Enseguida todos acudieron a la glorieta Unesco para develar la escultura sobre la obra cubista “El fusilero marino”, que atrás tiene la siguiente frase: De las toneladas de tinta que se han gastado en mi favor o en mi contra, es esta la primera vez en que, con claridad, se piensa y expresa lo que realmente soy: un guanajuatense.
Posteriormente todos regresaron al Jardín del Cantador para disfrutar una verbena popular en donde tuvieron la oportunidad de disfrutar unas deliciosas gorditas de trigo hechas a mano, aguas de limón, horchata y jamaica, cacahuates tostados y fruta picada, mientras de fondo se escuchaba un gran repertorio de música mexicana.
