Ayer iniciaron las “Terceras jornadas ciudad, ciudadanía y patrimonio”, que organiza la Universidad de Guanajuato a través de la Dirección de Extensión Cultural y la División de Ciencias Sociales y Humanidades.
Teniendo como sede el auditorio Euquerio Guerrero se contó con la ponencia “Estrépito vs. ciudadanía y patrimonio” a cargo de Arturo Parra Moreno. El expositor habló sobre las relaciones que las estudiantinas públicas tienen con los turistas, particularmente sobre su actuación en las principales calles de la ciudad.
Agregó al tema los problemas de audio y sonido que hay en gran parte del centro, mayoritariamente el perifoneo de comercios, así como de los espectáculos que se realizan en las plazas, principalmente durante el Festival Internacional Cervantino.
Por su parte, Ángel Humberto Arcos García presentó la conferencia “Los jardines históricos patrimoniales de Guanajuato”. Hizo hincapié en los siete jardines que se encuentran ubicados en el centro de la ciudad: El cantador, Morelos o Reforma, Unión, Madero, Embajadoras, Florencio Antillón y Acacias.
El jardín del cantador tiene más de 183 años de historia, anteriormente era parte de una hacienda y en sus inicios había un estanque con patos y peces. Era el principal centro de reunión de todas las clases sociales, pues está muy cerca de la Ex estación del Ferrocarril, lugar donde se concentraba la mayor parte de la población.
Antes de construirse el jardín Morelos o Reforma, el espacio era ocupado por los corrales de Belén, por un tiempo fue plaza de toros y después un mercado. Después se creó el espacio de convivencia, el cual ha sufrido varios cambios, aunque hace unos años se instalaron pérgolas que le dieron ese toque histórico que se perdió con el paso de los años.
Lo que era parte de la extensión del Convento Dieguino, ahora el Jardín Unión, era un espacio donde circulaban vehículos, los fresnos eran parte esencial del paisaje natural en medio de la ciudad. Con el tiempo se cerró el acceso vehicular, se amplio el jardín que mantiene su kiosco al centro, así como sus dos pequeñas fuentes plateadas.
En Embajadoras hay dos jardines, el Madero donde se encuentra la Estatua de la Libertad, y el Embajadoras donde esta el Monumento a la Bandera con un soldado y un minero. Ambos han sufrido varios cambios, incluso se puede observan el cambio de los últimos meses.
El parque Florencio Antillón, ha sido uno de los espacios con más cambios en los últimos meses, el expositor Manuel Sánchez Martínez mostró unas fotos del antes y el después donde indiscutiblemente se puede observar el cambio total de piso, bancas, puertas y decoración. En su momento le preguntó al auditorio que dónde se encuentran aquellas bancas antiguas, algunas ubicadas en espacios como el parque Colosio y Mellado, así como en otros recintos alejados de su lugar original.
Las jornadas se realizan con el propósito de reflexionar sobre el estado que guarda el patrimonio natura, arquitectónico y cultural de la ciudad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *