La salmantina Eva Turrubiates Cardiel compartió durante dos horas con un grupo de guanajuatenses las historiales orales de su tierra, algunas de ellas publicadas en su primer libro titulado “Salamanca ciudad encantada”.
El lugar idóneo para escuchar aquellas historias contadas por personas de la tercera edad fue la Biblioteca Armando Olivares, sitio de la ciudad que alberga una basta riqueza literaria de hace varios siglos.
Pues bien, la maestra Eva platicó que desde pequeña le gustaron las historias orales que le contaba su querido bisabuelo, tanto era su gusto por escucharlas que otros miembros de su familia se reunían para mantener con vida aquellas leyendas que pasaban de voz en voz.
Dijo que ha tenido la oportunidad de entrar a algunas casonas que adornan las calles principales de su ciudad, casas antiguas donde se siente la energía de las personas que la habitaron,  y que gracias a sus familiares vivos  nutren la herencia oral.
Recordó a una mujer que tenía 102 años tenía el interés de compartir con ella la leyenda de “La agorera de los San Martín”, dijo que días después de haberle contado falleció repentinamente, Turrubiates pensó que quizá solo esperaba  a quien contarle aquella historia.
“La agorera de los San Martín”,  habla sobre una familia rica en la cual la mayoría de sus descendientes murieron,  por mucho tiempo sólo quedaron la mamá, María Cleofas y su hija, María Agripina; a la hija se le apareció una mujer, tanto fue su impacto que murió de un paro cardiaco, a los 9 días después falleció su madre sin ninguna explicación.
“La mujer de las manos de lirios”, es una historia de amor, Francisco de la Rosa, un  ladrón de la ciudad conocido como “brazofuerte” raptó a una bella y rica mujer llamada Asunción, la llevó con su madrina y después de tres meses le ofreció un espacio lleno de lujos ubicado en unas cuevas donde se apreciaba la ciudad de Salamanca.
Francisco además de darle riquezas, le entregó su corazón y después de varios meses tuvieron un hijo, Asunción no le hacía caso, sólo tenía ojos para su pequeño hijo hasta que un día la vida le arrebató al ser amado dejándola sola y con el corazón partido.
La maestra Eva también narró “La cañada de Torrevieja”  y por último “El pintor”, la primera sobre un joven pastor que llega a una pequeña ciudad donde se encuentra a un hombre que había fallecido hace algunos años, y la segunda donde un artista tiene un encuentro con un jinete, un hombre vestido de manera extraña, lo que hace pensar al joven que probablemente aquel hombre dio un paso al futuro y él un paso al pasado.
Esas y otras historias más forman parte de su libro. Antes de despedirse dijo que hay que rescatar del olvido  las historias orales de nuestros abuelos.  Ella y su hija tienen un proyecto ahora en San Miguel de Allende, varias voces compartirán sus leyendas para que sean parte de un libro, principalmente con el objetivo de difundirlas y mantenerlas con vida.

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