Salvar perros en situación vulnerable se ha convertido en una misión de vida para los integrantes de la fundación Corazón Canino.
Abandono, atropello o padecer una enfermedad, son las situaciones de vulnerabilidad que padecen más los perros.
Paulina Alejandra Abascal, presidenta de la fundación, indicó que actualmente tienen 68 canes, muchos de ellos están en casas puente u hogares temporales que brindan los voluntarios por falta de espacio.
Esta fundación maneja un albergue en las inmediaciones de la comunidad El Maluco, donde llevan a los canes que rescatan de la vía pública o la perrera.
“Cuando se salva un perro se mantiene entre dos y tres semanas en observación, en una casa puente, no entra directamente al albergue.
“Toda la población está vacunada, desparasitada y esterilizada, así que quienes tienen interés en adoptar una mascota se tienen que comprometer a cuidarla”, señaló Alejandra Abascal.
La mayoría de los perros llegan de casa habitación y la Perrera Municipal, aunque otros son rescatados de la vía pública.
“Muchos han llegado con sarna, desnutridos, así que para su atención tenemos un área de aislamiento”, expuso.
Para sostener el albergue organizan bazares, desfiles, venta de pasteles, entre otras actividades, gracias al apoyo de voluntarios.
En este refugio hay perros singulares como ‘Tomás’, quien pasó 13 años amarrado, aunque este can no ve bien, la decisión fue que viva libre en el centro.
Otro caso es el de ‘Oliver’, un doberman, tiene un año, y está en posibilidades de salir, por ahora se mantiene en el centro.
Al mes entran al albergue entre tres y cuatro animales. Cuando llegan en camada suman hasta ocho, mientras que los adoptados van de cero a dos, hasta ahora 19 se han ido a Canadá con apoyo de otra organización que se encarga de todos los gastos.
Como algunas personas ya saben donde está el albergue, llegan y amarran los animales en la toma del agua, incluso han dejado cubetas con cachorros, así que el domicilio es confidencial, actualmente Martha Nieves Ortiz Miranda, mamá de Paulina Alejandra y ella, son quienes cuidan a los perros que muchas personas abandonan.
