Aunque ya no son tiempos de bonanza en el oficio, para la relojería, “El Ágora”, el cuidado del tiempo lo es todo, hay sólo tres relojerías con oficio de reparación en todo el municipio, y esta es una de ellas, con más de 25 años en el negocio, Rodolfo Mares Rocha ha aprovechado cada segundo.
Hace poco más de una década, cuando se popularizó el uso de teléfonos celulares y dispositivos móviles, el mercado de la relojería fue gradualmente a la baja, porque invariablemente todos incluían la función de reloj en la pantalla principal, reconoce el relojero, quien vivió los buenos tiempo de su oficio hace 25 años, cuando comenzó a aprenderlo de un cuñado.
Sin embargo, saber la hora exacta de forma precisa y rápida sigue siendo una necesidad que mantiene el mercado funcionando, comentó, además que otros motivos como el gusto por estos aparatos, la prácticidad, comodidad y el lujo siguen llevando clientes a su pequeño local en la plaza del Ágora en la zona Centro de la ciudad, donde asegura, se puede encontrar un buen regalo para este Día del Padre.
Se instaló en la zona Centro de la ciudad, hace 15 años, por ser la más concurrida y desde entonces se dedica a vender y reparar relojes de todo tipo, desde los más económicos que le lleva la gente humilde, hasta los más costosos, como uno de 130 mil pesos que hace algunos años le llevó a cambiar pila un turista, también ha reparado los relojes de las torres de varios templos de la ciudad.
“Me trajo el reloj, que si le podía cambiar la pila, yo no sabía cuánto costaba el reloj, agarré mi herramienta, lo abrí, le cambié la pila y listo se lo entregue funcionando, cuando vi el mecanismo si vi que era muy bueno y caro, pero ni idea, cuando se lo regresé me dijo -¿Sabes cuánto cuesta este reloj? 135 mil pesos (…) si hubiera sabido antes yo creo que no se lo recibo o me hubiera puesto nervioso”, relata. “Hay personas muy humildes que vienen y a ellos a veces ni les cobro”, agrega.
Esta conciencia y empatía con sus clientes le ha valido la permanencia en el mercado. “Si le tienes el reloj al cliente a la hora y el día que dices, el cliente se queda a gusto”, “y que hagas bien el trabajo, con calidad” la misma gente te recomienda. La publicidad de boca en boca es la que mejor le funciona.
Ente las marcas que comercializa y repara están las de mayor prestigio como Citizen, Orient, Zeiko, Montblanc, Calvin Klein, Puma, Vulgary, Diesel, Ferrari entre otras y si es por pedido puede conseguir cualquier marca asegura, eso sí, habría que hacer el pedido con un mes de anticipación.
“Es un oficio que ya se está perdiendo, ya nada más quedamos don Heri en la calle Alonso, el otro que se llama “El Chato” y yo”, apunta.
Tiene tres hijos, todos menores de edad, hasta ahora ninguno ha seguido el oficio, pero así lo prefiere para que se dediquen a estudiar “ellos primero que estudien ya si después les interesa aprende esto pues adelante”, comenta.
A futuro hay planes de reinversión, aunque el flujo de capital es lento, también es constante, por lo que en próximos meses prevé un rediseño y abastecimiento del lugar para seguir ofreciendo el mejor servicio y calidad al tiempo de sus clientes, a quienes siempre recibe con amabilidad, confianza y una sonrisa.

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