Con banda, pirotecnia y lágrimas, familiares y amigos despidieron a Luis Enrique Vázquez López, víctima mortal de la explosión de un polvorín el pasado fin de semana. 
Tras dos días de luchar por su vida, Luis Enrique, de 24 años, sucumbió la noche del lunes en el Centro de Estatal Cuidados Críticos (CECC) de Salamanca, donde ingresó el sábado con quemaduras en 60 por ciento de su cuerpo.
Su cuerpo llegó a casa, ubicada en la avenida Sur, a las 10 de la noche de ese mismo día, donde fue velado dos días por familiares y amigos que lamentaron su partida.
La madrugada de ayer al velorio llegó una banda de viento que entonó melodías festivas para acompañar a Luis Enrique y a más de 300 deudos que lo visitaron por última vez.
Ayer por la tarde, el joven que trabajaba el negocio familiar, fue sepultado por sus padres, hermanos, amigos y vecinos, en el panteón municipal.
En la explosión del sábado, que destruyó la habitación donde trabajaban al menos 10 personas, el joven fue rescatado por los bomberos y paramédicos de la Cruz Roja y Protección Civil.
Fue llevado de urgencia al Hospital General de Dolores Hidalgo, desde ahí lo trasladaron, en un helicóptero las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) a Salamanca, donde murió un par de días después.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *