Dar es lo que la mueve, hacer algo más por su prójimo y recibir una sonrisa a cambio es lo que motivó a esta mujer y madre guanajuatense, a crear una comunidad para compartir lo propio a alguien más que lo necesita “Si lo quieres, te lo regalo” es un grupo de Facebook que Itzel Ruiz Carrillo creó hace 8 meses con 40 conocidos, hoy tiene más de 5 mil miembros que constantemente apoyan causas altruistas.
Itzel no tiene filiación ni intereses políticos, tampoco ánimos de figurar en sociedad o en eventos de caridad, es sencilla, habla claro y pausado a pesar de un resfriado que le tiene un poco afónica durante la entrevista, la acompaña su único hijo Yamil, de 4 años.
“Ver la sonrisa de una persona que necesitaba algo, pequeño o grande, al recibirlo, es lo más increíble, me enamoro del grupo cada vez que veo eso”, relata; desde niña sus padres le inculcaron el hábito de compartir, de desprenderse de lo que no le es indispensable para darlo a quien realmente lo necesita.
Durante años hizo esto con vecinos, conocidos y amigos, pero hace 8 meses llevó su filosofía a la dinámica de las redes sociales, “Siempre decir por favor te ayuda a conseguir mejor las cosas, y decir gracias siempre deja las puertas abiertas para cuando quieras regresar”, dice.
Esta es una de las reglas del grupo, que le ha dado muchas satisfacciones, no sólo a ella sino a muchos de quienes se han integrado.
“La idea original no es mía, buscando en Internet me topé con un grupo que se llama igual, pero es de Cancún, ahí vi cómo la gente se regalaba cosas y compartía y me pareció muy padre, entonces les dije que si podía abrir un grupo así en Guanajuato y me dijeron que no había problema”, recuerda.
Comenzó por agregar a sus amigos y conocidos, no más de 40 personas, la mayoría respondió, y entre ellos comenzó la dinámica, poco a poco se fueron agregando más miembros, algunos han estado muy activos, otros no tanto, pero ahí están.
Abrió el grupo en agosto del año pasado pero la creciente lista de miembros le hizo pedir apoyo de algunos miembros para administrar el sitio, las eligió de acuerdo a su comportamiento dentro del grupo y ahora son cinco personas las encargadas de moderar la dinámica.
para los que menos tienen
El grupo se mantiene activo con la donación en línea de artículos, principalmente infantiles, como ropa, zapatos o juguetes y accesorios para bebé, ya que la gran mayoría de sus miembros son mujeres, madres jóvenes de entre 27 y 40 años, hay algunos hombres pero no interactúan tanto, desconoce por qué, “a lo mejor les da pena entre tantas mujeres alegonas”.
Pero ha habido causas más significativas como el caso de una vivienda que se incendió el 17 de diciembre del año pasado en el Barrio del Nejayote, donde una familia humilde perdió todo, muchos miembros se sumaron y reunieron algunas cosas para donarlas a la familia.
También a principios de este año, una colecta de ropa para donar a un orfanato de la ciudad que promovió Itzel tuvo mucha respuesta fueron cientos de prendas las que recibió.
“Esto es algo que siempre he hecho, es parte de mi, mis papás lo hacían con sus vecinos y amigos, y hay hijos de las muchachas del grupo que ya nace de ellos regalar algo, con mi hijo también lo estoy trabajando (…) voy a seguir en esto para siempre”, afirma y no descarta hacer una asociación o fundación en pro de madres solteras.
Por el placer de ayudar
Martha Araujo de Gutiérrez es coordinadora del Comité de Damas del Club de Leones Guanajuato, pero su actividad altruista empezó antes de formar parte de esta asociación. Es una mujer que pone el ejemplo con su trabajo en pro de los más desfavorecidos.
Desde julio del 2012, junto con su esposo Fernando Gutiérrez, Martha encabeza el Club, les ha ido muy bien y el trabajo en beneficio de algunos sectores y zonas vulnerables de la Capital les mereció la petición de seguir un segundo año al frente del club.
Sin embargo; el altruismo es una actividad que les nació luego de unirse en matrimonio, “A veces les llevábamos pijamas a los ancianitos del Asilo Cosme Torres o ropa invernal a las niñas de la Casa del Buen Pastor, mi esposo me decía “este año nos fue muy bien, hay que llevarles algo”, relata.
Así lo hicieron de forma independiente durante varios años y la misma dinámica los coincidió con amigos miembros del club, quienes les invitaron a formar parte del mismo hace nueve años. “Cuando vas a un pueblito que está en la sierra y ves todo lo que les hace falta, quisieras llevarles más y lo que tienes no es suficiente”, comenta.
Tan solo de octubre a la fecha, la labor incluye entrega de becas a niñas para sus estudios en la Casa del Buen Pastor, así como donativos de artículos de aseo, entrega de calzado escolar nuevo a niños de comunidades rurales, entrega de casi una tonelada de comida enlatada al Banco de Alimentos, colectas de ropa invernal, que entregaron en diciembre en la Sierra de Santa Rosa.
Así como capacitaciones y pláticas en escuelas secundarias y preparatorias, sobre la prevención de diabetes, apoyos en pastorelas de comunidades, y entrega de juguetes a niños, ropa y cobijas a adultos mayores, todo siempre con el apoyo y trabajo de los miembros del club.
Recientemente, el club realizó una campaña de lentes para personas de escasos recursos, “son lentes de todas las graduaciones, que por un costo de 50 pesos las personas pueden tener su examen de la vista y sus lentes, es algo que les ayuda mucho y tú ves la gratitud en las sonrisas de la gente”, señala.
Otra actividad que incluye en sus rutinas es acudir al Hospital General para llevar alimento cuando hace falta, y no duda en regalar un vaso de arroz con leche los familiares de pacientes, quienes pasan noches en vela esperando noticias de sus enfermos.
“Es muy satisfactorio, yo creo que voy a seguir hasta que tenga fuerza y pueda hacerlo, porque te gusta, después que empiezas te gusta”, comenta.
