Candelaria Palafox, mujer de la tercera edad, hija de un socio fundador de la extinta Cooperativa Minera Santa Fe y Yolanda Barrientos, también descendiente de otro fundador, aseguraron que la motivación de la toma es la necesidad en la que se encuentran las familias de los que fueron socios iniciadores de la cooperativa.
“Lo que nos motiva es el hambre, Guanajuato es un lugar que está en hambre y ningún gobierno ni nadie ha hecho nada, sabiendo que tenemos derecho (…) a veces la necesidad es más fuerte que el miedo, créamelo, y yo vieja, si llega una revuelta y me toca ni modo pero la lucha es muy sana y muy limpia, no tenemos miedo, la mayoría tienen papeles”, dijo Candelaria Palafox al cuestionarle sus motivos.
Tienen pruebas
La mujer, desde adentro de las instalaciones mostró documentos, entre ellos el certificado de aportación de su padre, que asegura le da derechos sobre la empresa y sus instalaciones.
“No estamos demandando, estamos aquí porque nos corresponde, yo tengo el certificado de aportación de mi papá que lo acredita como dueño, porque fue socio fundador, tengo mucha documentación”.
Muchos años en lucha
Acusó que la lucha no es de ahora, pues ella, dijo, lleva 40 años en esta causa y nunca se ha logrado nada porque los miembros de la cooperativa siempre han recibido dinero para mantenerse callados “ yo tengo 40 años en esta lucha, no se ha logrado nada porque los miembros de la cooperativa les dan dinero para callarlos para que manden al grupo a la fregada”.
Criticó también el actuar de la empresa canadiense para con los ‘lupios’ e hizo referencia al joven asesinado en la Mina San Vicente la semana pasada a manos de guardias en un enfrentamiento.
“No estamos a favor ni en contra porque son seres humanos, que los agarran robando metal que se los lleven a la cárcel pero no que los maten, no son animales, somos seres humanos, es familia”, aseveró.
“Los jóvenes son hijos de socios fundadores y nunca nos han hecho caso”, agregó Yolanda Barrientos, también hija de fundadores.
Las mujeres aseguraron que son bastantes personas las que están en posesión de la mina, rehusaron estimar cuántas, y aseguran que ahí se quedarán hasta que se les de una ‘buena’ resolución.
