Arturo García Lozano es una persona comprometida con la conservación de los recursos naturales y el medio ambiente, así ha dedicado la mayor parte de su vida al cuidado de la sierra de Santa Rosa, un santuario de 113 mil hectáreas para diversas especies de animales y aves.
La mayor parte del conocimiento para el cuidado de la sierra ha sido de manera autodidacta, aunque después se especializó en el manejo de cuencas en los Estados Unidos.
Fue en 1992 cuando comenzó a trabajar en la protección de la Sierra de Santa Rosa, este amor por la naturaleza comenzó en su adolescencia, cuando las reuniones familiares se dieron en el Puerto de Santa Rosa, donde la familia tenía un predio donde plantaron un huerto y construyeron una cabaña.
Ahí se hizo una vida en el campo, donde se conoció la problemática y bondades de la sierra, Arturo García es originario de la Ciudad de México, aunque desde pequeño, a los 8 años de edad, llegó a vivir a Guanajuato, al Barrio de Pastita y posteriormente al Cambio.
¿Cuándo decides comenzar a proteger la sierra de Santa Rosa?
En los noventas se creó la Fundación Ecológica de Guanajuato, que a su vez promovió la creación del Área Natural Protegida Cuenca de la Esperanza. Yo me involucré desde 1992 para trabajar en esta fundación hasta 1997, ahí me enrolé en las cuestiones del medio ambiente.
¿Qué especies animales hay en la sierra?
Habitan el puma, gato montés, cacomixtle, coyote, venado cola blanca, liebres, conejos y ardillas. Tenemos un inventario que iniciamos en 1997 de 187 especies de aves. Hay víbora de cascabel.
¿Qué tipo de vegetación hay?
Hay 17 especies de encinos, más de 80 especies de plantas medicinales. Se considera un bosque de encino puro, pero hay asociaciones con madroños, pingüicas.
¿Cómo nace la asociación de Cuerpos de Conservación?
En 1994 se creó en Mérida, Yucatán, el consejo nacional de Cuerpos de Conservación Mexicanos, una asociación que vino a conformar una iniciativa y empieza integrar grupos de jóvenes voluntarios en la rehabilitación de cuencas y áreas naturales protegidas, así en 1996 nace Cuerpos de Conservación donde me sumó a los trabajos.
Fue en 1999 cuando llegó a la presidencia de la Asociación Cuerpos de Conservación. Actualmente viven de convocatorias públicas para realizar trabajos de rehabilitación.
¿Qué problemas se viven en Santa Rosa?
Nacemos con la intensión de la conservación de los recursos de la sierra y la protección, y crear conciencia en la población local sobre el aprovechamiento de sus recursos como son las frutas, los recursos naturales como el agua, pero la problemática sigue siendo la deforestación y el cambio de uso de suelo en las poblaciones más grandes.
¿Ha disminuido la superficie de la sierra de Santa Rosa por deforestación?
Es palpable la deforestación en temporada de secas, cuando el encino pierde hojas, se ven los suelos desnudos, hay una extracción regulada con algunos permisos de la Semarnat, pero hay clandestinaje y algunos productores aprovechan de más el permiso para sacar carbón, leña y tierra de monte.
¿Todavía se puede preservar la sierra?
Se puede hacer mucho, porque todavía tiene condiciones, que de por sí misma tiene capacidad de regeneración, lo que debe haber más es vigilancia por parte de las áreas competentes de la Pofepa y Semarnat.
¿Cuál es el logro más grande de la asociación?
Haber iniciado el proceso de rehabilitación de cuencas hidrográfica en la zona, que son espacios conformados por ríos, arroyos y parteaguas que miden entre 2 mil y 3 mil hectáreas y lograr un aprovechamiento de las comunidades.
¿Cuántas hectáreas has reforestado?
Se rehabilitan suelos degradados, posteriormente se plantan especies nativas como maguey y nopal, dar educación ambiental y enseñar a la gente a realizar proyectos productivos.
Se han intervenido mil 100 hectáreas, se enseña a la gente a cortar encino con hacha, dejar algunos de los brazos del árbol para que crezca, si se hace con moto sierra se seca el árbol porque se calienta el tronco.
¿Qué planes hay a futuro?
Hicimos una valuación de trabajos de rehabilitación, donde manejamos tres ejes que son continuar con la rehabilitación, diseñar estrategias para la participación de la gente y que las instituciones participen más, y no sólo esporádicamente. Entre las acciones inmediatas está plantar 8 mil magueyes y 10 mil nopales más. Refiere Arturo García Lozano.
