Encharcados, con cables de energía eléctrica que pasan entre los puestos y falta de extinguidores, son algunas de las problemáticas que enfrentan todos los días comerciantes navideños de la Exestación del Ferrocarril.
Y es que las alcantarillas que existen en la zona están tapadas, no hay para dónde corra el agua de lluvia, por consiguiente, los comerciantes semifijos tienen que cuidar su mercancía en medio de grandes charcos.
Al respecto, Manuel Vázquez, presidente de la asociación de comerciantes de la Exestación del Ferrocarril, dijo que las lluvias, principalmente la que cayó el 25 de diciembre, alejó a los clientes.
“Las ventas están caídas, aparte que en la plaza donde estamos se nos inundó y ninguna autoridad se ha acercado a nosotros para ver en qué condiciones estamos”, apuntó.
Dijo que las ventas han caído un 50 por ciento en relación al año pasado, por lo que esperan un repunte para sacar la inversión, porque sólo estarán hasta el próximo 5 de enero.
En tanto que Ana María Villegas, comerciante, subrayó que nadie los ha apoyado, ni los representantes, así que han tenido que enfrentar la problemática que ha causado la lluvia con sus propias manos.
Incluso hay molestia porque ahora están cobrando 200 pesos de luz por puesto, cuando se supone que estaba condonado este pago.
“La gente no ha venido porque estamos en una laguna, otros vendedores no han podido abrir sus negocios por tanta agua acumulada”, dijo.
Silvia Mendoza Villegas, otra vendedora, denunció que otro riesgo son los cables de energía que pasan entre los puestos, incluso en algunas estanterías ‘dan toques’.
Por su parte María Nanbo, comerciante, no ha vendido nada, porqué su puesto está en medio de un charco, aún así se ha tenido que quedar a domir en su negocio para que no la vayan a robar.
