Desde hace un año cuando el Municipio les negó instalarse en el Centro Histórico, las ventas de 60 artesanos, que ahora se colocan en un estacionamiento público, han bajado hasta un 60%.
Antes se instalaban junto a la parroquia de Los Dolores, pero desde este año se les negó el permiso bajo el argumento de mejorar la imagen del Centro Histórico.
La artesana Juana María Gómez recordó que cuando se les negó el permiso, las autoridades prometieron buscar un espacio para instalarlos. Propusieron mandarlos al auditorio municipal Mariano Abasolo, “pero nadie nos iba a ubicar allá”.
Por su parte, el artesano José de Jesús Pérez concordó en que desde que están en el estacionamiento, las ventas han bajado por la mitad.
“Las ventas han sido más bajas porque no nos quieren dejar en el centro y aquí se vende menos. Aunque ofrecemos diferentes tipos de artesanías, todo hecho por nosotros, las ventas han bajado entre 40% y 50%”, dijo.

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