De lunes a viernes, el “Comedor Estudiantil del Padre Pollo” atiende a 240 jóvenes que estudian bachillerato, licenciatura o alguna carrera técnica a nivel universitario; también distribuye alimentos a 30 personas de la tercera edad.
Los gastos del lugar, dice el promotor, son elevados, sin embargo, sólo cinco benefactores aportan en total 2 mil 500 pesos, y se espera que los recursos del gobierno federal lleguen “para abril o para mayo”.
“Como dice la canción, tenemos que esperar para abril o para mayo a que la Secretaría de Desarrollo Social nos apoye con algo de dinero, por lo pronto debemos sostenernos con la cuota de recuperación de 15 pesos que aportan cada uno de los beneficiarios y con el apoyo de los benefactores”, afirma José Aguirre Hernández, mejor conocido como “El Padre Pollo”.
En sus dos direcciones, una ubicada en el Callejón del Estanquillo y la otra sobre la Calle Alameda, durante los 5 días se sirve la comida que incluye verduras, sopa aguada, sopa de arroz, guisado, tortillas y agua fresca, a cambio, se cobran 15.
Otros gastos “fuertes” corresponden al pago de salarios de seis personas -cuatro cocineras y dos empleadas que revisan las credenciales de los estudiantes-, también el consumo de agua, gas y electricidad, y como el pago de un bufete de contadores.
