Guanajuato.- En medio de la oscuridad de la noche y el cantar de los grillos dos hombres llegan a Guanajuato capital después de un viaje de casi tres horas.
Pensaron que tendrían que ir a San Miguel de Allende por sus familiares asesinados, pero terminaron en las nuevas instalaciones del Servicio Médico Forense.
El viaje que sería de 60 kilómetros se convirtió en uno de 133 kilómetros entre la incertidumbre y pesares de lidiar con la muerte de sus seres queridos.
Las lámparas led de las oficinas de la Fiscalía General del Estado y de la Agencia de Investigación Criminal son las que más iluminan la carretera a San José de Cervera, el resto del camino es un paseo entre la oscuridad y la tenue luz de faroles desgastados.
Estuvimos consiguiendo en qué venirnos y eso porque todo pasó temprano, si no nos hubiera tocado venir hasta mañana, allá en San José Iturbide si pasa después de las cinco ya no se pueden hacer los papeleos”, narra uno de los recién llegados.
Después de unos minutos, les comentan que tienen que esperar al menos dos o hasta cuatro horas más para poder llevarse los cuerpos de sus familiares.
“Podemos esperar aquí o si quieren vamos a cenar algo mientras”, les dice el trabajador de la funeraria que los acompaña, pero en las miradas de los dos hombres es evidente el poco ánimo de hacer otra cosa que no sea llevar a sus seres queridos a su cita final.

Desde el 22 de marzo, los cuerpos de los fallecidos en hechos posiblemente delictivos son enviados a las instalaciones del nuevo edificio de Servicio de Investigación Científica de la Agencia de Investigación Criminal, en Guanajuato capital.
Con esto se ha iniciado una especie de “peregrinación” de familiares de personas fallecidas de todo el Estado a estas nuevas instalaciones. Pero las condiciones en la que esperan los parientes están lejos de ser ideales y contrastan con las flamantes instalaciones.
“No dejan ingresar a nadie, toda la información te la dan aquí en la caseta, lo único que entra es la carroza, pasan los familiares caminando pero hasta que les mandan a hablar”, platica el trabajador de una funeraria.

Un joven cabizbajo, que llegó antes que los deudos de San José Iturbide, habla mientras tanto por teléfono a las puertas del edificio.
“Ya llegamos”, dice a sus familiares, a quienes avisa que su padre ya está dentro con los trámites y falta menos para poder regresar con el cuerpo de su hermano para velarlo, aunque está pendiente el viaje de regreso, de cuando menos una hora y media de regreso.
“Nos tardamos en conseguir en qué venirnos, el carro ni es de nosotros, pero mejor en el carro porque en el autobús todavía no llegábamos”, comenta el joven que viajó desde Salamanca por su hermano, desaparecido algunos días y que luego fue hallado muerto.
“El camino se hace eterno se le hace a uno más lejos”, añade.
Otro trabajador de una funeraria coincide con él: “Es una friega, pero más para los familiares, aparte de lo que ya pasan, las instalaciones están muy bien y todo, la gente se porta muy amable, nada groseros y todo, pero aún así es una friega”.
En los alrededores del edificio sólo hay un par de estacionamientos, pero son para particulares, no hay zonas para la espera de las carrozas fúnebres, ni para los vehículos de familiares, que se acomodan donde pueden.
Perjudica traslado a familias
El viaje a Guanajuato capital ha traído cambios que complican las cosas.
“El tema a quien perjudica es a las personas de bajos recursos que son los que no tienen a veces los recursos para desplazarse a Guanajuato capital para hacer ese movimiento”, menciona Christian Ureña, presidente de la Asociación de Funerarios de León.
“Las funerarias tienen que cobrar una cuota adicional para ir a recoger el cuerpo a Guanajuato capital, entonces es a las familias a las que se está perjudicando”, añade el ejecutivo.

También explica que “a las funerarias no nos afecta tanto porque finalmente nosotros nos dedicamos a hacer eso, ya había casos donde por ejemplo una persona fallecía en la carretera León-Silao, y teníamos que ir a Irapuato por el cuerpo, es decir, esto es un procedimiento más para nosotros”.
Pero reconoce que también se han producido excesos.
“Hay funerarias que se aprovechan y abusan y quieren cobrar hasta 10 mil pesos por ir por el cuerpo a Guanajuato capital”.
Pese a todo, manifiesta su confianza en que el cambio funcione: “La idea es buena porque lo que se quiere es hacer más eficientes los procesos y eliminar las mañas que había en las zonas regionales de cada Subprocuraduría, pero hay que empezar a ver cómo funciona”.
Apoyan traslados, asegura el Fiscal
El fiscal General Carlos Zamarripa Aguirre, aseguró que concentrar en Guanajuato capital las actividades del Servicio Médico Forense “no representa ni ha representado nunca un factor de erogación mayor para los familiares de las víctimas, es mentira“.
Más del 90% de los familiares que han venido al Semefo, aquí en la parte central han sido trasladados por nuestro personal y en nuestras unidades, precisamente para evitarle cualquier gasto, ¿quién no lo ha sido?, bueno, quien ha querido hacerlo de manera independiente”, dijo.
“Nuestras ambulancias tienen un sistema rotativo de tal suerte que así como se trae el cuerpo sin vida para la práctica de la necropsia, también se retorna si el familiar lo pide, se le entrega a la funeraria que él diga en el lugar que lo solicite”, añadió Carlos Zamarripa.
“La centralización es exclusivamente para el tema de la realización en la práctica de las necropsias y de los estudios respectivos, es tener todos los laboratorios que hoy albergamos dentro de este edificio bajo un esquema de certificación bajo normas muy estrictas”.
Aseguró el Fiscal que detrás de algunos inconformidades hay intereses que resultaron afectados.
Muchos de lo que están reclamando es porque tenían ciertos contubernios, comparsas de algunas componendas entre funerarias y personas que pudiera estar involucrado en alguna sugerencia de funeraria”.
Se le cuestionó si había personal de la dependencia implicado en estos manejos amañados, pero señaló que “no nada más había personal de nosotros en los semefos, había algunos otros”.
Había cuatro sedes
Desde 2000 comenzaron a funcionar cuatro instalaciones del Servicio Médico Forense en Guanajuato.
La Procuraduría General del Estado, ahora Fiscalía, instaló semefos en:
- León
- Irapuato
- Celaya y
- San Miguel de Allende.
Anteriormente las autopsias se realizaban en los hospitales regionales de cada municipio.
Cuando se modificaron estas acciones, los familiares de personas fallecidas tenían que acudir desde su municipio al Semefo más cercano a su región.
Por ejemplo, una persona que fallecía en San Francisco del Rincón era llevada al Semefo de León.
Sus familiares debían acudir a las instalaciones de Semefo para reconocer el cuerpo y reclamarlo. Su recorrido era de 23 kilómetros, alrededor de 32 minutos.
Con la nueva disposición de la Fiscalía de que todos los fallecidos sean llevados a un sólo Semefo en la capital del Estado, las distancias son más, así como el tiempo.
Por ejemplo, ahora un familiar de un fallecido de San Francisco del Rincón deberá viajar 77.6 kilómetros hasta Guanajuato capital y el tiempo se triplicó a una hora y 30 minutos de tiempo.
La agonía será mayor para las personas que viven en pueblos de municipios muy alejados de la capital del Estado, cuando tengan que viajar para recoger sus fallecidos.
AM
