León, Guanajuato.- El miércoles, Paula Vilchis Arenas se levantó más temprano que de costumbre, quería dejar su casa limpia antes de asistir a misa de 10 de la mañana en la Catedral Metropolitana de León que estaría repleta de fieles; estaba entusiasmada por saludar en su día a la Madre Santísima de la Luz.

Como muchos leoneses, ella es devota de la Santísima Virgen ya que considera que por su intercesión Jesucristo escucha sus súplicas y le ha hecho algunos milagros.

Cuando llegó a Catedral ya llevaba la petición que haría durante la misa: pedir que proteja y cubra con su manto a todas las mujeres embarazadas, para que su embarazo llegue a buen término.

En la homilía el arzobispo Alfonso Cortés Contreras habló de la maternidad, destacó cómo María cuidó a su hijo Jesucristo desde su nacimiento y hasta su muerte y de cómo sigue cuidando a la iglesia diocesana y a la ciudad de León por esa maternidad.

Mencionó que el nombre de Nuestra Madre Santísima de la Luz hace referencia a la maternidad que se complementa con la paternidad no solo como un hecho biológico sino también espiritual.

“Tenemos necesidad de que María Santísima cuide nuestra Diócesis y la ciudad porque estamos pasando crisis profundas como el hecho de que la experiencia de ser madres y padres están dañadas, agrietadas; hay una pandemia de divorcios, la experiencia de madres solteras y un agrietamiento profundo del sentido de la vida y cuando una madre renuncia al producto que tiene en su vientre se niega a sí misma. Pidamos a la Santísima Virgen de la Luz que nos enseñe a tener una experiencia de cuidado, una experiencia educativa transformadora”.

Mientras Paula escuchaba la homilía, se le puso la piel chinita y le dieron ganas de llorar porque justo se habló de la maternidad, de las mujeres embarazadas… justo por lo que ella fue a pedir.

Durante la consagración, Paula aprovechó la venia de la Virgen y también pidió por la conversión de los pecadores y por el fin de la guerra.

“Me voy reconfortada, dichosa y confiada de que lo que le pedí me lo va a conceder porque sé que durante la misa estuvo nuestro señor Jesucristo con nosotros y la Madre Santísima junto con él”.

Para ella la Virgen es la protectora de la ciudad por lo que siempre le pide por sus hijos porque como madre de Jesús, entiende a todas las madres.

Otra de las cientos de asistentes a la misa fue Karina Guadalupe Rosales Martínez, una maestra universitaria que imparte clases de inglés y francés, y que además es invidente. A ella le tocó cantar el salmo.

“Yo canto en el coro de la Parroquia Virgen de Guadalupe, el viernes pasado nos tocó la peregrinación parroquial, el padre de Catedral me escuchó cantar y me invitó a venir a esta misa especial, me mandó el texto del salmo que quería que cantará y yo lo pasé a Braille. Me dio mucha emoción que me invitarán, canto en una iglesia y hoy que me llegó esta invitación, que siempre se anhela que llegue, me sentí un poco nerviosa”.

Para Karina el mensaje de la homilía fue emotivo porque desde niña le enseñaron que la madre siempre está, cuida y nunca abandona. Durante la consagración ella pidió por su familia, sus amigos y agradeció a la Virgen el dejarla seguir con vida.

Fue así como después de dos años de pandemia cientos de leoneses se volvieron a congregar en la Catedral, que lució en todo su esplendor, muy iluminada, para agradecer a la Madre Santísima de la Luz por los favores recibidos y para pedir cada uno por sus necesidades; otros fueron a pagar mandas y llevaban a sus hijas vestidas como virgen, mientras algunos llegaron con ramos de flores para venerar a la Patrona de León en su día. 

 

Testimonios

 

“Toda mi vida he sido devota de la Virgen, mis padres la amaban tanto que esperaban estás fechas para visitarla; yo sigo la devoción porque siempre está conmigo y con mi familia, ya me consagré y ahora le voy a pedir que me ayudé en mi conversión espiritual. Ojalá y todas las personas se hicieran devotos de la Virgen y la inculquen en sus hijos y descendientes para que nuestra ciudad siempre esté protegida por ella. Ella y Dios saben lo que necesitamos”.

Victoria Angélica López García

Integrante de la Archicofradía de la Virgen Santísima de La Luz

 

“Soy devoto de la Santísima Virgen desde que tengo uso de razón, mis papás eran del mercado Aldama y me inculcaron la fe y el amor a Dios y a la Virgen María en su advocación de la Madre Santísima de la Luz. Me llevaban a las peregrinaciones y desde entonces diario me encomiendo a ella, le tengo mucha fe porque sé que nos protege y manda paz a nuestros corazones, la visito seguido y desde ayer me propuse venir a misa para felicitarla. Le estoy muy agradecido porque me concedió el favor, cuando mi mamá estuvo grave de salir bien de su operación”.   

Eduardo Reyes Parra

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *