León, Guanajuato. Estudiantes de la maestría de Asesoría de imagen y Relaciones Públicas de la EPCA organizan un “Adoptón mestizo”, para ayudar a los perritos que necesitan un hogar, cariño y compromiso de una familia.
Este evento, realizado como parte de su materia en Relaciones Públicas, se realizará el sábado 14 de agosto a partir de las 12 de la tarde en el parque Panorama donde se contará con caninos rescatados por el albergue “Amor mestizo”.
Con el eslogan “La felicidad no se compra, se adopta”, los estudiantes y Gabriela Sánchez, fundadora del albergue, extienden la invitación para quienes respetan, aman y cuidan a los animales, para que puedan darles una mejor calidad de vida a estos seres llamados el mejor amigo del hombre.
Los estudiantes se acercaron al albergue, para conocer sus necesidades y les propusieron llevar a cabo un adoptón.

Toda ayuda es buena, no siempre se trata de lo monetario y encantados de participar con ellos”, externó.
Paciencia, disposición, compromiso y responsabilidad son requisitos importantes para quienes adoptan, pues estos seres lo necesitan para adaptarse a su nuevo hogar en el que mínimo estarán 15 años, así que no es solo de un día, unas semanas o algunos meses.
Además deben presentar INE, comprobante de domicilio y se firma un formato de adopción, pues a través de una grupo de WhatsApp cada mes se le da seguimiento, para ver que se encuentren en buenas condiciones o de lo contrario se les retiran.
¿Cómo nace el albergue?
Desde que era pequeña, Gabriela Sánchez, mostró empatía con los perritos de la calle, pero como a sus papás no le gustaban los animales, nunca pudo tener uno en casa.
Cuando llegó el tiempo en el que tuvo una casa, comenzó a ayudar e inicialmente quería comprar uno, hasta que conoció realmente la problemática de los perros callejeros al unirse a grupos de rescate y a partir de ahí no ha dejado de ayudar.
Amos mestizo es un albergue en el que tratamos de ayudar a perritos en situación vulnerable, que son agredidos, abandonados o que tienen pocas posibilidades de sobrevivir en las calles”, detalló.
Como rescatista independiente, Gabriela tiene tres años y en diciembre del 2020 abrió este espacio ubicado en la colonia 10 de Mayo en un terreno que le renta un amigo y donde viven 45 caninos, la mayoría de ellos mestizos.
Parte de los recursos que se usan son de mi trabajo; tenemos un grupo de padrinos que cada mes hacen una aportación de 200 pesos para gastos del albergue como alimento, renta, agua, luz y velador; para los gastos veterinarios publicamos en nuestras redes sociales y es como a gente nos apoya”, explicó.
Los recursos económicos no alcanzan, ni los albergues para todos los perros que viven en la calle, por lo que cada que tiene oportunidad de platicar con alguien, comparte que estos lugares no son bonitos para estos animales pues están encerrados, diario hay peleas y quien lo pinta bonito, no comparte la realidad.
Por eso yo trato que en el albergue se queden poco tiempo, me muevo en adopciones y trato de buscarles una familia, pero tampoco quiere decir que se lo voy a dar a cualquiera”, agregó.
Recomendaciones para tener un perro
De acuerdo a su experiencia, durante la pandemia los padres de familia optaron por comprar o adoptar un perro para que los niños se entretuvieron en casa, pero muchos de ellos no les dieron las condiciones o los abandonaron.
Por lo regular buscan cachorros, que son un desastre, pero ya cuando les aburren empiezan, o empiezan morder las cosas, lo echan a la azotea o a la calle, sin esterilizar y ese un factor importante porque no tenemos la cultura de la esterilización”, señaló.
Gabriela está en contra de humanizarlos, pues señala que ellos necesitan paseos, tierra, correr, darles amor y cuidado, pero sin dejar de darle su libertad de ser animales.
Seamos muy conscientes en tema de esterilización y que adoptarlos más que sanar cuerpos tenemos que sanar almas para que los perros confíen de nuevo en los humanos”, finalizó.
