México. El duelo perinatal es aquel que se produce tras la pérdida de un bebé durante el embarazo, o en los momentos previos o posteriores al parto. 

En este tipo de duelo concurren dos momentos vitales antagónicos: la vida y la muerte. Este hecho marca definitivamente un proceso que tiene matices específicos.

En ningún otro tipo de duelo el doliente tiene ese componente hormonal tan elevado que va dirigido a la maternidad, al desarrollo del vínculo, a la generación de la vida. La muerte del bebé , ya sea en el útero materno, a los pocos días de nacer o durante el parto-, supone una ruptura abrupta con las expectativas de la futura madre.

Otro componente diferenciador es el shock que las madres viven alrededor de esta pérdida, que es realmente compleja de asimilar porque las hormonas, el cuerpo, envían indicadores contradictorios. El cuerpo de la mujer genera prolactina versus cortisol y acetilcolina, formando un cóctel difícil de gestionar. 

Se considera que un 22% de las madres que han tenido una pérdida perinatal sufre algún trastorno psicológico como depresión o ansiedad, y un 15 a 20 % de las parejas tienen problemas para superar el duelo.

Aunque no hay acuerdo acerca de cuándo termina el proceso de duelo perinatal, hay autores que afirman que puede durar de dos a cuatro años, aunque entre los seis y doce meses del acontecimiento ya no suele constituir el centro de la vida emocional de los padres.

Lo que no debes decir a alguien en duelo perinatal 

Muchas veces no sabemos cómo reaccionar ante una pérdida de este tipo y decimos frases que pretenden animar a la mujer o pareja que ha tenido la pérdida pero, en realidad, aumentan el dolor.

Estas son algunas frases que debemos evitar: “Son jóvenes, ya vendrán más”, “Al menos sabes que puedes embarazarte”, “Mejor que sea ahora y no cuando lo hubieras conocido”, “Dios así lo quiso”, “El tiempo todo lo cura”. 

 

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