León, Guanajuato. Los seres humanos experimentan emociones que los acompañan toda la vida, pero de acuerdo a la psicóloga Monserrat Pacheco Cortés, la tristeza es una de las que marca, deja huella y aprendizajes.

La tristeza es una emoción tan profunda en la que pareciera no existir solución, no se puede percibir lo positivo y se tiene el deseo de dormir y despertar como si nada hubiera pasado, instantes en los que se necesita de una reconstrucción emocional.
Reconstruirnos emocionalmente significa volver a juntar esas piezas rotas de mi rompecabezas y trabajar día a día para recuperar la seguridad y autoestima”, explicó la psicóloga.
Para reconstruir emociones es importante conocer y hacer consciente la pérdida o abandono, ruptura amorosa, divorcio, salud, entre otras, y vendrán etapas en las que la especialista destaca que hay que atreverse a vivir, pero no permitir que la tristeza se instale en el interior para siempre.
Tienes que estar consciente que va a ser un proceso en el que pasarás por cambios a nivel interior y exterior. En el que tomará un papel fundamental muy importante tu capacidad de resiliencia que permite salir fortalecidos de esta situación”, dijo la experta.
Otras recomendaciones para la reconstruir emociones es dejarse cuidar y delegar funciones y evitar tomar decisiones importantes; realizar una actividad como caminar o meditar; cuando se presenten oleadas de angustia tomar un vaso de agua fría, recostarse y drenar la emoción de llanto.
También es importante recordar una imagen o pensamiento positivo para contrarrestar los obsesivos; los fenómenos de despersonalización y desrealización son pasajeros; platicar las suficientes veces que necesite de la situación para que disminuya el dolor.
Hay un momento en que la etapa es muy parecida a una depresión y no tendrá ganas de hacer algo, entonces permítase reducir sus actividad y realice cosas despacio intentando concentrarse en ellas. Repasar con frecuencia todo lo sucedido es parte de la tarea, es parte del proceso que lo llevará a sanar, pero en cualquier momento es bueno buscar el apoyo de un profesional o grupo de ayuda”, destacó Monserrat.
La etapa de cicatrización es donde se reconstruye la forma de ser, se retoma el control de la propia vida, abandono de roles anteriores, búsqueda de un significado, cerrando el círculo, perdonando y olvidando, resolución del enojo o tristeza..
Luego viene la renovación donde se vive para sí mismo, pero en la que hay emociones de enojo o tristeza menor por lo sucedido; y en la última fase se toman decisiones y se planifica de manera independiente para recomenzar la vida desde lo aprendido.
Buscar un sustituto como estudiar algo que se pospuso, replantearse metas, conocer personas nuevas, cambiar de trabajo, un pasatiempo o una relación afectiva es algo nuevo que da sentido de vida y anima a seguir.
Recuerda a esta vida venimos a aprender y desaprender, a llorar, reír a soñar a bailar, caernos una y otra vez, y está bien siempre y cuando te vuelvas a levantar con más fuerza, con más amor por la vida, somos seres pasantes y mortales, se muere una vez y se vive cada día. No estás solo, siempre hay alguien que sostenga tu mano cuando crees desfallecer. No tengas miedo a vivir, en este mundo dejamos solo nuestra esencia, eso que compartimos con mucho amor y que nos hace ser quien somos”, finalizó.
