Cree en una Virgen empoderada  

Creyente de la belleza interior y con simpatía por lo que representa la Virgen de Guadalupe, decidió pedir un favor a un amigo para hacer un modelo único de la imagen. 

A mí siempre me han gustado las imágenes religiosas y la Virgen es una imagen que se respeta y mucho más en el ambiente cholo”, explicó María Jiménez, una empresaria joven que actualiza el fervor con esa imagen que tiene colgada en su oficina, junto con un Sagrado Corazón.   

Se inició en la industria del calzado fabricando suela de hule con su papá y no lo dejó. Para ella la Virgen significa la jefa; su abuela y su mamá inspiraron ese significado. 

“Significa jefa, a la que nadie le falla”, dijo mientras extendió su gabán que tiene la Virgen en color negro. 

Contactó a su amigo Polo hace un año y le pidió hacer el modelo que hoy tiene colgado, a su fervor por el arraigo mexicano, aunque también tiene otra Virgen, más rústica, hecha en madera con más de 30 años. 

Esa tiene una veladora y hoy también tendrá un ramo de rosas. 

“Queremos que les vaya bien a todos, porque es parte de lo indispensable para salir de la situación provocada por la pandemia, la industria no paró y ese fervor fue indispensable”, comentó la empresaria, esposa y madre de dos hijos. 

María está pensando en tatuarse el modelo que preparó su amigo, pero aún no se decide, está enfocada a superarse para ser siempre como la jefa en Sulop.     

Encomiendan negocio con mucha esperanza

En la calle Palo Cuarto del Coecillo ocurrió el milagro: ¡Hay trabajo!

Luego de tres meses con el mínimo de pedidos, el fervor guadalupano alivió la crisis por coronavirus pues una semana anterior les llegó un pedido muy grande; no especificó el monto, pero llegó una persona a pedir empleo y de inmediato la contrataron. 

“Yo le tengo mucha fe a la Virgen, me ha hecho muchos favores y se la encomendó al negocio de mi esposo e hijos”, comentó Marta Virginia Macías Merino. 

Con este negocio tengo 16 años y 13 años que lo encomendé. Nos va mejor, le puse unos foquitos para iluminarme y se viera bonita, preferí luces a flores, y tampoco la festejaremos por la sana distancia, queremos cuidarnos”. 

En la fábrica ella es quien administra, su esposo Alfonso continúa el trabajo de entrega y sus hijos refuerzan el trabajo en las máquinas de inyección. 

“Yo soy devota porque me hizo muchos favores  en momentos que mi familia los necesitó, es una de las entidades que más fe le tengo, me lo inculcaron bien”, platicó Marta que hoy sortea el cierre del 2020 con una industria apenas comenzado a reforzarse. 

Incluso en un momento cuando vino el papa Benedicto XVI, durante su espera bajo el sol, pidió fortaleza a la Virgen para estar presente en su misa. Ella y su acompañante lo lograron. 

Ese es uno de tantos favores que le debe a la Virgen, sobre todo los de su familia y lo referente a Suelas y Tacones ROKA en la industrial. 

Madrecita del Barrio

Durante una década, Perico ayudado por amigos de la colonia Carmona retoca la imagen de la Virgen.

Este día son aceptados por los vecinos, no los ven tan feo. El 12 de diciembre solo es fiesta a su “madrecita” que los cuida desde un muro cuando se andan de campal. 

Tengo ya 10 años pintando esta Virgen, es para el barrio, nos cuida a los Panchos 13″, dice Perico, que en realidad se llama Felipe, y cada año retoca el mural que hizo de la Virgen morena, un grafiti de regalo a los que tienen fervor. 

Habla entrecortado y con la cabeza abajo mientra limpia su aerógrafo, la imagen de tres metros de altura se refina con pinturas que lograron obtener tras la colecta entre vecinos que hizo “El Caballo”, uno de los encargados de pintar el mural.

En la colonia Carmona, que se encuentra rodeada del cinturón industrial del calzado, el trabajo en picas y talleres es de las principales actividades, lugares donde se emplean jóvenes que pertenecen a alguna banda. 

Al menos eso dice “El Güero”, otro de los ayudantes, que entrega pinturas y asegura delinear el resto del mural, donde se pintará un San Judas y un San Juan Pablo II. 

“Sí, nos dicen que lo gastaremos, igual en un jugo pero las pinturas son primero, tiene que quedar antes del 12 por eso empezamos a trabajar una semana antes”, dijo el Gonz, quien llegó previo a salir en búsqueda de empleo. 

Las vecinas de la colonia pasan y saludan a los organizadores de la pinta, hoy 12 tendrán festejo, un sonido si es que no llegan antes a suspenderlo. 

En otros días donde solo están sentados en la esquina, la gente trata de no voltear a verlos, aunque ya son parte del diario en la calle. 

Dan color a su gran fe

A Lucía le llevó una semana hacer las flores de papel que decoran el marco.

Pespuntador y suajador, los hermanos López de Calzado Brisel, ya no le hacen caso a su papá, ellos son quienes adornarán a la Virgen del taller, que antes de la pandemia tenía flores todo el año. 

Ya no la tuvimos así porque nos paramos, reacomodamos y se desmontó. Ahorita estamos empezando a trabajar”, explicó Giovanni, el menor de los hermanos con 17 años. 

Su hermano de más experiencia está en el tercer piso de la casa adaptada a fábrica. 

Alejandro López colocará flores naturales para la Virgen.

Pespunta frente a otra imagen de la guadalupana que es adornada con flores de papel por  una de las compañeras. 

“Me tardé con estas flores haciéndolas una semana, y desde hace 15 días comencé a decorarlas en tiempos libres, ahora yo creo que en dos días la termino. No se nos hace difícil si tenemos la disposición y el corazón para tener a la Virgen bonita, la de abajo aún falta pero ya este fin queda lista”, comenta Lucía.

La devoción de Luci llega desde su familia, pues fue inculcada desde niña a rezar siempre un rosario a las 8 de la noche, por lo que fue normal dedicarle a la morena del Tepeyac su trabajo como refinadora de calzado. 

Los hermanos López de Calzado Brisel, regresan a trabajar encomendados a la Virgen.

“En ella creí siempre, mi familia me lo pasó”, dijo frente a Alejandro López, quien aseguró que comprará flores para dejarla con mucho color en su día, aunque ellos descansen.  

“Nos dedicaremos a estar en casa, si alguien le celebra que sea en casa por la sana distancia, que no salgan”, finalizó Alex, mientras cocía un par de cortes para crear un forro de zapato. 

Pinta la Virgen en la Obrera

Apunta al fondo de la calle otro mural pintado por él.

Rodrigo Ibarra, de 42 años, es aerógrafo, el trazo que tiene la creación de vírgenes en la colonia Obrera. 

Tiene 18 años haciendo los preparativos para dejar la imagen bien rellena de pintura en la calle Leona Vicario, atrás del Descargue Estrella.

“Cuando inicié, se pintó con agua y pintura en polvo, antes se pintaba a brocha y pincel y ahora se hace con el aerógrafo para que sea más fino y así me tardo menos”, comentó. 

El trabajo que la Virgen le otorgó en estos años, generó que la ganancia diera para su herramienta y ahora se toma unos días de vacaciones para hacer los dos murales callejeros. 

“Está bonito, hay quienes le dejan flores o una vela”, dice Mari, la señora de las quesadillas de enfrente. 

Las pintas duran todo el año, en la mayoría del tiempo se le compran velas, un vecino le compra otro accesorio y ninguno de los que viven alrededor la deja sin vestir.

“No es solo para mí, es para todos porque nos ha hecho algún milagro, por eso se merece darle su retoque”, explicó Rodrigo. 

“Este año ahora lo he notado más que se persignan, le dejan flores, una oración y para la celebración probablemente se haga algo corto o tal vez nada, no sabemos, no queremos hacer algún problema con el coronavirus”, finalizó.  

No todos las aprecian

Los vecinos de la colonia 10 de Mayo son honestos, y a algunos no les gustan las pintas de la Virgen, es el lugar donde se juntan a vagar los cholos de la colonia. Otros lo ignoran, prefieren no tener problemas.  

“Varias bandas se juntan y si te fijas cada esquina tiene una, toman la imagen como una excusa para estar ahí”, cuenta Iván Alameda, su tienda está frente a una pared con un mensaje de protección, casi pidiendo perdón por la vida “loca” de quien lo pintó. 

En un recorrido por la colonia 10 de Mayo se constató que al menos en 15 calles hay dos pintas de la Virgen del Tepeyac y son los chavos banda de la zona los que realizan el armado del festejo a cada mural. 

Una tradición cada 12 de diciembre en la colonia, donde cada esquina tenía una fiesta celebrando a Los Tres Puntos: a los cerezos, a los desmadrosos o a los panthers. 

“Los hacen y no disgusta, pero siempre se pelean después, solo están tranquilos ese día”, comentó Iginea Torres, vive cerca de las pintas de “Los Tres Puntos”, aunque otros vecinos prefieren no opinar, resignados a que solo será ese día. 

Algunos murales en zonas de la periferia retratan pasajes de personas que ya no están, como en Maravillas segunda sección donde la cara de Paola Karina Lugo se retrató graduada, adornada con un moño negro. 

“Preferimos que se quede así, solo con un recordatorio de que nos hizo muy feliz”, cuenta su familia que vive en unas casas de la pinta.

En otros barrios la imagen de la guadalupana se encuentra resguardando una esquina, donde falleció un amigo de barrio o el tributo a una causa familiar. 

El día de la Virgen suelen tener una fiesta en el mural, con cerveza, comida, música y “compas”,  pero ahora por la pandemia, muchas bandas no han definido qué harán en su cumpleaños.

El hogar de fe de los leoneses

El Cerrito de San Lorenzo vio nacer el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe el 13 de enero de 1839, que a finales del siglo 19 estaba despoblado, y que sirvió de refugio para los damnificados de la inundación que se registró en 1888. 

Según el historiador y cronista José de Jesús Ojeda Sánchez, en su libro de León 500 años de historia, una acaudalada leonesa de nombre Manuela Herrera Corraíz,  donó el terreno para comenzar a construir lo que hoy es el Santuario.

Con la bendición del párroco José Francisco Contreras en los cimientos, inició la construcción. Para el año de 1850, doña Manuela, ya avanzada en edad, falleció y el flujo de dinero se cortó por lo que paró la construcción, explicó Daniel Reveles, coordinador de Exposiciones y Eventos del Archivo Histórico.

El periódico La Época de Guadalajara, señala que en 1859 se llevó a cabo una exhibición de globos aerostáticos para recabar fondos.

En las faldas del cerro, en lo que ahora es la calzada de Guadalupe pasaba el arroyo de Machihues por donde bajaban las aguas del cerro de las Covachas y de El Calvario.

Según se asienta en el Archivo Histórico, el 15 de septiembre de 1958 se abrió la calle que conectaría lo que ahora es el Centro Histórico con el Santuario. Inicialmente la llamaban calle del Santuario, luego calle Progreso, y ahora Álvaro Obregón.

Un 13 de enero 1865 llegó procedente de San Luis Potosí el padre Pablo de Anda Padilla, quien decidió continuar la construcción del Santuario, que en esos años no era más que un cuarto. 

El 7 de mayo de 1870 volvieron a bendecir la primera piedra y construyó las bóvedas.

Él organizó faenas, acciones en las cuales la población de la zona ayudaba con trabajo más que con dinero, además de organizar también colectas para lograr la construcción del santuario.

“Ante las carencias de dinero, numerosas personas ayudaron  con las faenas, acarreando, arena, piedra desde el río de Machihues”.

El 17 de diciembre de 1870 el padre Pablo de Anda celebró la primera misa “en una de las capillitas en construcción del Santuario”.

Fue hasta el 12 de julio  de 1875 cuando el primer obispo de León, José María de Jesús Diez de Sollano y Dávalos, llevó a cabo la bendición del Santuario, pese a que solo estaban cerradas las bóvedas, y muros sin enjarrar.

En forma simultánea se comenzó a construir una Casa de Ejercicio, anexa al Santuario, de 48 cuartos y un huerto.

Tiempo después, señala el historiador Jesús Ojeda, el padre de Anda construyó un colegio para niñas en el mismo sitio, el colegio San José, lo que después sería el Instituto América, atendido por la congregación de Hijas Mínimas de María Inmaculada en 1886.

Para 1876 la construcción del templo ya iba más avanzada y poco a poco se empezaron a realizar en ella misas y después las festividades en honor a la virgen. 

“Es entonces cuando el Obispo decide que para no opacar las fiestas en Catedral, en el Santuario que era el templo nuevo, se celebraría a la Virgen de Guadalupe en enero”, explicó Daniel Reveles.

El 12 de enero de ese año, el padre Pablo de Anda inició en el Santuario la tradición de los “inditos”.

Se añade que en los anexos del Santuario se trasladó el Hospital del Señor San José un 8 de febrero de 1886, que antes se localizaba en la calle Honda, hoy Hermanos Aldama, además de un asilo de huérfanos.

Se relata que en la inundación de 1888 el padre Pablo de Anda regaló terrenos a los damnificados para que se construyeran su casa y se poblara el cerro al que llamaron el cerro de Guadalupe. 

Como dato curioso el mismo padre Anda  llevó a cabo la primera peregrinación de León a la Basílica de Guadalupe un 13 de agosto de 1893, “consiguiendo descuentos en el tren”.

En noviembre de 1903 el cuarto obispo Leopoldo Ruiz y Flores, entregó a custodia el Santuario a los padres jesuitas, que terminaron por dejarlo porque no les gustó “y se mudaron al templo de Lourdes”.

El padre Pablo de Anda siguió viviendo en una casa anexa al templo hasta su muerte el 29 de junio de 1904, el día de su Santo.

Ese mismo día pero de 2019, los padres jesuitas, luego de tener a su cargo el santuario 116 años, lo entregaron a la Diócesis de León, al arzobispo Alfonso Cortés Contreras.

El entonces Rector del Santuario, el padre José Luis Serra de la Compañia de Jesús dijo que la causa de que entregaran el Santuario fueron dos: “Que el trabajo del Santuario  está consolidado con laicos y nosotros, como jesuitas, sabemos que nos necesitan donde no es fácil servir. La otra razón es que cada vez somos menos”.

Ahora el Santuario está a cargo del padre Apolinar Torres Ortíz, quien se quedó en lugar del jesuita Cristóbal Orellana. (Por José Trinidad Méndez Valadez y Grecia Solís.)

1900.

 

Década de los 20.

Década de los 60.

1905

1907

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *