OBITUARIO
Jesús Oñate Moreno
Celaya.- La comunidad artística y cultural de Celaya y México ha sufrido hoy una gran pérdida con la partida del muralista y exponente de las artes plásticas, el maestro Jesús Oñate Moreno, quien fuera promotor cultural, así como fundador, miembro activo y coordinador de diversas organizaciones dedicadas al arte; poseedor también de una extensa trayectoria vinculada al mundo de la cultura y el arte a través de sus obras, de su sentido crítico y de su consciencia social.

El originario de la Ciudad de México, pero celayense de corazón, llegó a su cumpleaños número 80 en julio pasado, siendo objeto de un merecido homenaje que le brindaron familiares, intelectuales, artistas, personalidades del sector académico y el entorno cultural, a fin de reconocerle su vida y obra.
En su trayectoria destaca el desarrollo de proyectos de investigación técnica de pintura, mosaicos y vitrales; así como su participación en ejecución y restauración de pinturas y mosaicos de importantes pintores nacionales como Jesús Chávez Morado, Diego Rivera, Francisco Epenss, Rolando Arjona, Carlos Mérida, Jorge González Camarena, entre muchos más. Y no sólo de México, su talento alcanzó el arte en el extranjero, colaborando para artistas de Estados Unidos, Guatemala y El Salvador.
Su labor como promotor cultural sobrepasó los límites del Estado y sus acciones llegaron intervenir en el ámbito cultural en Hidalgo y el Distrito Federal.
Como pintor participó en innumerables exposiciones colectivas e individuales, compartiendo sus diversas etapas creativas, mostrando siempre su espíritu innovador para las artes, utilizando y creando técnicas con materiales que le ofrecieran una tecnología moderna en la plástica, lo que fue sin duda el sello distintivo de sus aportaciones al arte contemporáneo.
Entre sus más emblemáticas creaciones destaca “La Luz y los Espejos del Cosmos” que está integrado por pintura sobre soportes luminosos, empleando aglutinante trasparente, y que la hace brillar con luz propia. Estas creaciones fueron creadas especialmente para su participación en el Festival Internacional Cervantino en el marco de “Galileo y el Telescopio, 400 años”.
En su continua búsqueda por la luz, el experto en arte musivo elaboró trabajo sobre fenómenos celestes, empleando para ello vidrios de colores con mosaicos y vitrales, actividad en la que también fue especialista.
En sus creaciones artísticas, el maestro plasmó esa recopilación que atesoraba en su memoria de las imágenes cósmicas captadas por observación directa, por telescopio o por el apoyo de literatura especializada.
Fue apenas el pasado 29 de agosto, cuando se inauguró oficialmente y fue restituida al espacio para el que fue creada, una obra que refleja no sólo su visión del cosmos, sino su percepción de la vida y del origen del hombre, el mural titulado “El Big Bang y la primitiva relación del hombre con el cosmos”. Con dimensiones de cinco metros de ancho por nueve de alto y fragmentado en 180 unidades, esta obra fue trabajada sobre lámina de acero con resina epóxica pigmentada, técnica creada por el artista. Una obra de arte que embellece el vestíbulo de la Universidad de Guanajuato Campus Celaya-Salvatierra.Otro de sus trabajos que enriquecen las casas de estudio celayense, es el mural realizado para el Instituto Tecnológico de Celaya, “El Hombre Mitificado”, diseñado por el pintor Agustín Rojas y ejecutado por el Maestro Oñate en mosaico bizantino tipo italiano, donde se pueden encontrar 200 colores diferentes a lo largo de sus 25 metros cuadrados. Creación que -se explica -muestra cómo ha sido el devenir histórico del hombre, pero también el anhelado futuro.
Una vida dedicada al arte, se ilumina hoy con más resplandor, y en una sentida despedida sus hijos Mariana y Rodrigo, su esposa Margarita Cárdenas y sus hermanos, Carmen, Guadalupe, Rosa y Benjamín, le desean un buen viaje hacia ese espacio que tanto le maravillaba, hacia ese cosmos lleno de luz.
Y se unen en esa despedida sus demás familiares, colegas y amigos que han sido testigos directos de su obra, de su integridad como artista, de su amistad y de su gran talento, siendo partícipes de la admiración que por él comparten. Uniéndose también en plegarias por su eterno descanso.

