Aurelio García Hernández falleció a los 82 años, mismos que vivió a su máxima plenitud, según compartió su hija Lydia.
Nació en la Ciudad de México y llegó a León, con su esposa Angelita Romo, hace 56 años y formó una familia de 4 hijos con grandes principios.

A esta ciudad llegó para abrir la primera sucursal de Olivetti. Fue el primer presidente de la asociación denominada “Ejecutivos de Ventas y Mercadotecnia de León“.

Trabajó en la comercialización de automóviles, fue gerente comercial de unas de las tenerías más importantes de Latinoamérica “Pieles Titán“, de Rodrigo González Calderón, tuvo negocios propios en la distribución de pieles de otras importantes tenerías del país, también trabajó en la comercialización de bienes inmuebles.
A su llegada a León ingresó al “Club Atenas” donde practicó el tenis con amigos muy cercanos.
Después se cambió al Club Campestre donde se aficionó a la práctica del golf.
Uno de sus logros fue traer al Campestre, para la inauguración de sus canchas de tenis, a personalidades del tenis nacional como Vicente Zarazúa y Pancho Contreras quienes fueron jugadores de “Copa Davis“, representando a México.
“Le encantaba bailar y cantar; organizar fiestas para que todo el mundo disfrutara. Su legado más grande para sus hijos fue conducirnos con educación y respeto hacia los demás, pero, sobre todo ser promotores de la alegría. Sus grandes cualidades de relacionarse y hacer amistades lo hicieron un hombre exitoso“.
“Nos hizo personas de bien“, afirmó Lydia García y es que ella y sus hermanos al igual que su padre se distinguen por tener una gran cantidad de amistades sinceras.
A Aurelio lo rebasaba el amor por sus hijos y nietos; eso lo mantuvo con ánimos hasta el final.
En sus últimos días se reunía con sus amigos a comer y a jugar dominó.
Maestro de la alegría

Esta carta es para nuestro más grande maestro de la alegría; una persona que supo disfrutar sus 82 años con total plenitud, alguien a quien el amor por sus hijos y nietos lo mantuvo con ánimos hasta el final.
Un hombre que no necesitaba hablar más de 3 palabras para ser querido por la gente que lo rodeaba ya que tenía grandes cualidades para relacionarse y hacer amistades.
Fue amigo de sus amigos, de los amigos de sus hijos y de los amigos de sus nietos. Sin duda uno de los amigos más leales que muchos quisiéramos tener en nuestras vidas.
Hoy es día de hacer homenaje a aquel hombre que hace 56 años llegó a esta ciudad a formar una hermosa familia junto con su esposa Angelita (q.e.p.d.) y 4 hijos con excelentes principios: Lydia, Javier, Jorge y Marco quienes siguen y seguirán el ejemplo de sus padres. Empresario, hombre de bien, querido y respetado en cualquier lugar.
Esta carta es para ti Nono. Muchas gracias por aquellas navidades, reuniones, cumpleaños, en donde no dejabas de hacernos reír y al final siempre terminabas cantándonos con ese toque auténtico que te identificaba.
Una tarde de música, ocurrencias y tequila eran garantía a tu lado. Si hay algo por lo que te distinguiste fue por tu gran humor, mismo que siempre nos transmitiste.
¡Y que se prepare el cielo porque acaba de llegar el alma de todas las fiestas a hacerlo más divertido!
Nos quedaremos con tu legado más grande de ser promotores de la alegría.
Por mi parte, me siento muy privilegiado por haberte conocido y sobre todo por haber tenido la fortuna de ser tu primer nieto, además de llevar tu nombre, llevaré tus enseñanzas por siempre.
Cuando yo me vaya, me gustaría ser recordado igual que tú.
Gracias maestro, abuelo, amigo y tocayo.
Hasta siempre Nono
Muchísimas gracias.
Aurelio García
