Parece ser que la vida nocturna en el South Beach de Miami se ha vuelto un problema para las autoridades desde el inicio de la pandemia por COVID, ya que ahora la ola de robos y crímenes que se realizan en la zona ha provocado que se aplique mano dura en la zona, pese a ser visitada por miles de personas todos los días.
Los muchos años de incidentes problemáticos en este distrito ya no pueden ser tolerados”, dijo la administradora municipal Alina Hudak en un memo el viernes en que se revelaron los planes para “crear el nivel más alto de presencia regular policial que esta área haya visto”.
El alcalde de Miami Beach, Dan Gelber, ordenó que la policía, junto con personal de Bomberos, estacionamientos, saneamiento y otros departamentos para trazar una estrategia unificada para lidiar con las multitudes.
El Departamento de Policía reasignó a un promedio de 40 agentes al patrullaje de las calles de South Beach, para aumentar “visibilidad” no solo por las noches o los fines de semana, sino durante todo el día, subrayó el memo.
Diez agentes del condado son incorporados cada fin de semana a las operaciones en South Beach por el resto del año, agregó Gelber en un mensaje en video.
Seguridad de Miami, un riesgo para visitantes
La vida nocturna en Miami frente a la playa ha estado cada vez más plagada de juerguistas descontrolados durante los fines de semana feriados.
La ciudad impuso un toque de queda estricto a partir de las 8:00 de la noche en marzo después de que una multitud revoltosa de juerguistas se reunió en las calles por miles, generando peleas, causando destrozos en restaurantes y rehusándose a usar mascarillas.
Cerca de mil personas fueron arrestadas y muchas de ellas prevenían de otras ciudades, reveló la policía.
Ya no es suficiente tratar lo que históricamente ha sido definido como “periodos de alto impacto” como anomalías cuando cada fin de semana trae multitudes y desafíos”, sostuvo Hudak.
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