León, Guanajuato.- Después de casi ocho años dedicados a la actuación, Raúl Sandoval confiesa que su corazón sigue en la música. El egresado de la primera generación del reality de TV Azteca, La Academia, quien cuenta ya con una trayectoria sólida tanto en los escenarios como frente a las cámaras, se encuentra en un momento de reflexión y de regreso a sus raíces musicales.
Ya le dediqué casi ocho años a la actuación, y aunque me gusta y la disfruto, quiero seguir cantando. Esa es mi verdadera pasión”, confesó en entrevista.
Aunque ha realizado castings importantes (incluidos personajes para interpretar a Chespirito o Marco Antonio Solís e incluso se ha hablado de proyectos sobre Javier Solís o Felipe Gil), Raúl es consciente de que los tiempos y los personajes también tienen su momento.
“Uno hace lo que le toca y si no llené el personaje, entra otra persona. No lo persigo, si llega algo lo analizo, pero ahorita mi prioridad es cantar”, afirmó con firmeza.
El legado y la música en casa
Raúl también compartió que la música ya empieza a tocar a las nuevas generaciones en su hogar. Su hijo ha mostrado interés y talento natural.
“Mi hijo canta todo el día. Antes de venirme lo llevé al estudio, le grabé un tema y me sorprendió: en dos tomas lo hizo, afinado, con emoción… Tiene con qué. Si le gusta este camino, lo voy a apoyar. Y si no, también lo apoyaré en lo que decida. Él dice que quiere ser maestro de educación física porque quiere ayudar a muchos niños. Tiene muy claro el sentido social de su vocación”, contó orgulloso.
Comparte sus tres pilares
Sobre lo que aconsejaría a los jóvenes que quieren comenzar una carrera artística, Raúl fue claro: se necesitan tres pilares fundamentales.
“Lo primero es la espiritualidad. Tener claro quién eres como ser humano. Trabajarlo con terapia, con procesos, para que cuando lleguen las etiquetas o las críticas no te tumben. La espiritualidad es saber que puedes ser tonto e inteligente a la vez, bueno y malo, y no tenerle miedo a equivocarte. Eso te hace libre.”
El segundo pilar, dijo, es la educación financiera, pues sin eso la tranquilidad puede interferir en el desarrollo de los sueños.
“Nadie nos enseña eso. Pero es básico para tener paz. Si no sabes manejar tu dinero, no vas a poder dedicarte con libertad a lo que te gusta. A mí me lo enseñó Estrella Veloz, una compañera de La Academia. Recomiendo mucho sus cursos. Aprender a tener plenitud financiera es darle herramientas a tus hijos y hacer que el país avance.”
Y finalmente, el tercero: el trabajo, la preparación constante.
“Si quieres cantar, no basta con que tu mamá diga que lo haces bonito. Tienes que prepararte. Yo cantaba desde los cuatro años, pero cuando retomé a los 16 mi voz estaba atrofiada. Practiqué cinco o seis horas diarias durante un año grabando una sola canción hasta que me gustó. Me grababa, me escuchaba, me corregía. Ese es el compromiso que se necesita para llegar.”
Raúl subrayó que el talento sin preparación no basta, y que es importante reconocer si realmente se tiene la vocación o solo una ilusión.
Hay gente que quiere a fuerza hacer algo que no se le da. Si no se te da, busca lo que sí. Todos tenemos algo en lo que podemos ser brillantes, pero hay que ser honestos con nosotros mismos”.
Mensaje a Guanajuato
Por último, Raúl envió un cálido saludo a su público guanajuatense:
“A mi gente de León, de todo Guanajuato, los quiero mucho. Gracias por seguir apoyando la música y por tanto cariño a lo largo de los años. Espero pronto estar con ustedes y compartir lo que más amo: el escenario”, finalizó.
LCCR
