La nueva película de Superman, protagonizada por David Corenswet está en los cines . Foto: Especial

León, Guanajuato.- Dos cosas que se deben saber de quien escribe esta reseña: Soy de lo más ñoño que existe (un ejemplar de esos que tiene una repisa en su cubículo tapizada de Funkos) y Superman es uno de mis personajes favoritos.

A lo largo de mi vida, han existido cuatro interpretaciones del Hombre de Acero (sí, también te incluyo a ti, Tom Welling). Todas han traído a la mesa un aspecto diferente y clave del personaje.

Como fan de los cómics, uno se ha acostumbrado a entender que habrá diferentes voces que quieran iluminar algo diferente del superhéroe por excelencia. No es algo exclusivo del cine o las series.

Y debo confesar que, cuando James Gunn decidió tomar las riendas de este nuevo universo, me sentí algo escéptico. Había algo claro: Esta película no solo tendría a Superman en la trama. Y así fue. ¿Funcionó retacar de tanto personaje? Siento que sí, pero el tiempo lo dirá.

A Gunn no le preocupa llevar a la audiencia de la mano. Entiende que, con poco más de 15 años del boom del género, puede entrar directo a lo que quiere contar. ¿El Martillo de Boravia? ¿Un maldito kaiju? Sí, ¿por qué no?

La nueva película de Superman fue dirigida por James Gunn. Foto: Especial

Hasta hace poco, la mitad del universo se hizo cenizas y lloramos la muerte de un personaje que, hace 20 años, estaba en un tercer nivel en la escala de popularidad.

Superman siempre ha sido el boy scout por excelencia, y no tendría por qué ser de otra forma. Gunn lo entiende bien y sabe que, a pesar del bagaje con el que cuenta DC actualmente, hay algo más por contar del bisabuelo del género.

Eso no le priva de darle un giro al origen del personaje (uno clave que funciona, pero que no a todos agradará).

Este Superman salva ardillas de ser aplastadas, quiere detener monstruos, sin matarlos y le duele bastante que le digan que es una mierda. Es más cercano a lo que dejó Christopher Reeve que lo que Henry Cavill fue en su momento.

Es el Superman más comiquero (entiéndase de cómics, no de comedia) que se ha puesto en la pantalla grande. Una última media hora que se convierte en Superman: La serie animada (para nada es queja). ¿MVP? Krypto.

El director James Gunn y el actor David Corenswet. Foto: Especial

El cine no tiene por qué reflejar la realidad. Es escapismo. Nos sentamos en la sala, comemos palomitas, esperando olvidar, aunque sea por un par de horas, lo difícil de este mundo o vida.

El cine de superhéroes no debe ser diferente. No siempre tiene que ser “así sería Batman si existiera en la vida real” o “Superman no puede ser sinónimo de esperanza en un mundo tan cruel” ¡Claro que sí! Es su razón de ser.

Superman es un tremendísimo ñoño e idealista. Siempre lo ha sido. No tiene nada de malo y no tendría por qué gustarle a todos. La película funciona de la misma forma.

Algo que sí está claro: Quiero seguir viendo más de este universo, algo que, hasta hace poco, no hubiera ni pensado.

¿Todo funciona en esta película? No. ¿Vale la pena? Sí, totalmente. Al menos, este ñoño que escribe, salió feliz, y creo que eso es todo lo que importa.

CYPS

 

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