Dolores Hidalgo.- Con una celebración a la mexicanidad y con un grito de apoyo a la causa palestina, una de las bandas más icónicas del rock mexicano, Caifanes, abarrotó este jueves en las Fiestas Patrias de Dolores Hidalgo, sin que hubiera incidentes.
Retomando viejos éxitos como “Afuera”, “Los dioses ocultos”, “Viento”, “Aquí no es así”, “La célula que explota” y por supuesto, “La Negra Tomasa” fue que la banda comandada por Saúl Hernández (vocal y guitarra), Alfonso André (batería), Diego Herrera (teclados y saxofón), Rodrigo Baills (guitarra) y Marco Rentería (bajo), juntos brindaron un viaje por la nostalgia, con abundantes solos de guitarra, de batería y de saxofón.

Aquellos que llegaron buscando buen rock, salieron satisfechos y felices, si bien, fue patente el paso del tiempo, especialmente en la potencia en la voz de Saúl Hernández.
No obstante, se agradeció que tocaron la mayoría de sus grandes éxitos, con arreglos modernos y en ocasiones, modificando el tempo.

También hubo espacio para canciones nuevas (“Y caíste”), así como para covers propios (“Te lo pido por favor”, éxito de Juan Gabriel) y ajenos (“Pachuco” de Maldita Vecindad), aunque se extrañó “Antes de que nos olviden”.
Puntuales, accesibles y comprometidos con su público, iniciaron su show con “Aquí no es así”, mientras en la enorme pantalla del escenario se llenaba con una ondeante bandera de México.

Saúl varias ocasiones interactuó con “la raza”, destacando que ahí donde uno nace es a donde pertenece el alma. También se tomó varios momentos para agradecer al público por el increíble recibimiento y la fidelidad a la banda.
Grupos de amigos, parejas jóvenes y maduras, e incluso adolescentes y niños que aún no habían nacido cuando se dio el reencuentro de Caifanes, a principios de la década pasada, corearon a voz de cuello sus grandes éxitos.

Durante la interpretación de “Y caíste” se proyectó una colorida animación tipo cómic, de contrastes entre el rojo y el blanco en la pantalla principal mientras en las pantallas de los costados se intercalaban las imágenes de cada músico en acción, algo que agradeció en particular el público que estaba hasta atrás.
Mención aparte merece “Para que nadie nada te haga daño” donde se hizo un homenaje a los niños y niñas, a quien Saúl llamó “pequeños gigantes” y agradeció a sus papás por llevarlos al concierto, mientras en la pantalla se proyectaban imágenes diferentes tipos de infancias: indígenas, citadinas, dibujando, corriendo felices, muy serias, participando en ceremonias autóctonas.

Durante un breve homenaje a Juan Gabriel, con “Te lo pido por favor” aparecieron fotos del cantautor, otro de los grandes momentos de aplausos y gritos de la multitud.

Saúl se dio tiempo para leer varias de las pancartas que los fans llevaron al concierto y al final, la banda accedió a tomarse la foto con algunos niños mientras se despedían con la canción “Imagine” de John Lennon.

JCA
