México.- Tito Fuentes sorprendió al aparecer junto a su banda Molotov en el festival Vive Latino 2025, el pasado 15 de marzo, pues se había dicho que por motivos de salud no podría cumplir con las presentaciones del grupo durante un tiempo indefinido, y aunque solo compartió el escenario con sus compañeros durante un par de canciones, el momento fue por demás emotivo, aunque algo preocupante debido a lo demacrado que lucía el cantante y guitarrista.
Ismael Fuentes de Garay, conocido como Tito, abrió su corazón en una entrevista para Playboy, en la que confesó fuertes detalles sobre su salud, incluso que tuvo que ser sometido a 11 cirugías debido a sus excesos, además de estar en coma.
“Fue mucho rock and roll, mucho descuido, ¿no? Al final, una consecuencia de mis actos. Llevaba 30 años en el acelere, casi desde la prepa, sin cuidarme físicamente ni mentalmente. Caí en adicción, alcoholismo, un montón de cosas muy destructivas, por no saber hablarlas o tener tiempo de aterrizarlas. Cuando me pasó eso, entré en una autodestrucción silenciosa y me fui haciendo pedazos”, compartió Tito a Playboy.
Me tuve que someter a cirugías… y ya llevo 11. Me hice una perforación en la cara, mucha destrucción. Y decidí frenar, cuidarme y dejarlo todo a un lado”, contó, y ese todo se refería incluso a la música y Molotov.
Sin embargo, asegura que está seguro de que regresará a los escenarios.
Tito explicó que se le tuvo que poner un colgajo en la nariz debido a que se le destruyó. “Yo lo que tengo es un colgajo de pierna… Cuando esté listo, regreso, y no apresurar esto para regresar”.

‘Estuve muerto’
Tito Fuentes contó que el no hablar las cosas ni son sus padres o su pareja, lo llevó a tomar malas decisiones.
“Yo empiezo terapia a los 38, hace no mucho. Nunca en la vida tomé terapia y ahí encontré ¡no mames! Todo era cuestión de hablarlo, de la palabra. Empalabrar emociones, se le dice. Se convirtió en un salvavidas. Ir a terapia fue conocer el psicoanálisis… el conductual. Cada quien tendrá su manera de sacar las cosas hablando, pero a mí, en lo personal, la terapia me salvó la vida”.
Pero Tito Fuentes no solo se alejó del alcohol y las drogas, también dejó de consumir azúcar.
“Antes no podía dejar de comer una paletita, un chicle, todo eso que llaman sugar shots, porque es muy de adicto comer dulces. En el hospital, en la última intervención, algo salió mal y me mandaron tres días a coma inducido, a dormir. O sea, estuve muerto dos días y medio, casi tres. Y ahí fue donde algo cambió en mí. Desperté y dije: bueno, ya… a cuidarse.

Además de sus excesos con el alcohol y las sustancias, también sufrió golpes emocionales.
“Después la vida me brindó muchas tragedias. Pasaron muchas tragedias. Murió mi madre, a los once o nueve meses, mi padre. Me separé de una pareja a la que quería mucho. Se me hizo esto y se rompió. Operación, falló. Operación, falló. En uno de los injertos de colgajo me cosieron la lengua. Doce puntadas al paladar”.
LCCR
