León, Guanajuato.- Fiel a su estilo, en donde todo se construye de historias, Amandititita llegó al llamado Foro de las Historias de la Feria Nacional del Libro (Fenal) para compartir su Anarcumbia con los leoneses.
La edición número 36 de la Fenal, rompió con la ausencia de la artista de origen tampiqueño.

Puntual a la cita, llegó al escenario ataviada con su peculiar estilo: lentes negros, zapato darks, falda larga, muy punk.
Una máquina de escribir y una cuenta regresiva fueron el intro del show, con el que prometió que vivirían una experiencia del otro mundo.

“Anarcumbia”, fue la primera de la tanda de canciones.
Habíamos esperado mucho para vernos y llegó el día: quiero contarles cómo estamos todos estos aquí, vengo de otro planeta, donde hay más gatos que seres humanos, donde nadie te pide que cambies; pero me enteré de otro planeta, la Tierra, donde es importante el dinero, el cuerpo, y ahora estoy aquí valiendo madres, pero no llegué en una nave espacial, llegué en un microbús”, dijo para arrancar su tercera canción.
“Microbús”, siguió a la pregunta de qué pasa cuando se descompone un auto, a dónde se va a llevarlo, y tenía que llegar “El Mecánico”.

Después, el calor humano invadió la sala y fue donde la artista preguntó si en León había muchos balnearios.
Siguió la canción “El balneario”. Entre el público, que era variado en edad, estaban dos perritos, uno que no dejó de moverse entre canciones y que llegó con una intención, según su dueña, de ladrarle al gatito gris de Amandititita, que muchas veces la acompaña en sus publicaciones de Instagram.

“El buen fin”, “Ticket de salida”, cada una de las canciones se enlazó con la historia que esa noche Amandititita llegó a contar a sus seguidores.
¡Te amo!”, “¡Eres una fregona!”, muchas frases le lanzaron al escenario, que emuló un pequeño estudio creativo donde la artista escribe sus notas.
Algunos fans, que ganaron boletos con una dinámica de la Fenal, intentaron hacerle llegar cartas donde le demostraban su amor.

“Viernes de quincena”, con estilo cumbiero, que se fusionó con la guitarra, fue la mezcla ideal para una buena noche de baile.
“Sangoloteo”, “La criada”, siguieron al repertorio.

Hasta el corte, la artista continuó con la tanda de canciones y la alegría de una persona que se dedica a lo que más le gusta hacer.

