México.- Guillermo del Toro, uno de los cineastas mexicanos más aclamados en el cine, y ganador de varios premios Óscar, declaró que le gustaría seguir viviendo en México, si no fuera por su traumático pasado.
El director de grandes historias como “La forma del agua”, “El Laberinto del fauno”, “El Callejón de las almas perdidas” y próximamente “Pinocho”, recordó el secuestro que tuvo que enfrentar en su tierra natal.

El cineasta que estuvo hace unos días en el Festival de Cine de Cannes, habló de la inseguridad que vivió su padre en los años 90, y por lo cual prefirió irse de México y trabajar en Estados Unidos.
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El secuestro del papá de Guillermo del Toro
Federico del Toro Torres, el papá de Guillermo del Toro, quien se dedicaba al negocio de compra venta de automóviles usados, sufrió un secuestro en 1998, que cambió la vida de toda su familia.
“Me hubiera quedado en México toda mi vida, pero el secuestro de mi padre en 1998 cambió mi vida”, declaró a través de la cuenta de Twitter del Festival de Cine de Cannes.

El cineasta había invertido todo su dinero para la película “Mimic”, por lo que no contaba con 1 millón de dólares, cantidad que los secuestradores le pidieron para entregarle a su papá sano y salvo, sin embargo, hubo una figura del cine que lo ayudó.
Se trata de James Cameron, director de clásicos como “Terminator”, “Piraña II” y “Titanic”, quien le prestó esa suma de dinero, y 72 días después del secuestro, el señor Federico pudo llegar a su casa.
Lamentablemente, Federico del Toro Torres murió el 25 de julio de 2018 a los 85 años en un hospital privado de Guadalajara, Jalisco, tras varios días de haber estado internado por complicaciones en sus riñones.
