Cuando tenga 70 años, su pelo se caiga, sus grandes recuerdos se desvanezcan y sus manos no sean capaces de tocar la guitarra, Ed Sheeran al menos podrá pensar, en alto, como a él le gusta, que, no una vez, sino cuatro, llenó Wembley con 90 mil fans dispuestos a escuchar cada verso esculpido por su música.
Es Wembley y su mística los encargados de borrar de un plumazo cualquier atisbo de duda en los ojos del pelirrojo de 27 años, quien ya conoce esta plaza y disfruta encarando un escenario de casi 100 mil personas.
En el segundo de cuatro conciertos que el cantante con más premios del 2017 en Europa, lo dejó todo: sus miedos, pasión, y trozos de lujuria entre canciones como: “Bloodstream”, “Galway girl”, “I’m Happier”.
Entre su show, se dio tiempo de ver el partido entre España y Portugal que terminó en empate, para después seguir con la tanda de canciones.
Con su característica personalidad, se burló así mismo, y llamó a encender la llama y raspar gargantas con sus canciones.
