La nueva teleserie/telenovela de TV Azteca muestra en su historia temas sociales importantes como la violencia de género, la trata de personas, abuso, explotación y engaño, vividos a través de empleadas domésticas.
Qué bueno que se pueda ver algo diferente a tanta narcoserie y apología al crimen que ronda en todas partes. Lo malo es que, dentro de todo el valor que tiene presentar estas cuestiones, y además brindar información y apoyo a quienes las padecen, Las Malcriadas cae en situaciones ridículas e incongruentes.
Y es una lástima porque aquí aparecen figuras importantes y agradables como Rebecca Jones, Ernesto Laguardia, Ana Silvia Garza y Dolores Heredia, quienes se presentan en pantalla impecables en sus interpretaciones.
Lo malo se centra principalmente en las actrices jóvenes, o en la historia que les tocó interpretar: a Sara Maldonado, quien ya ronda los treinta y muchos, la ponen como una chava de 25 años, quien explota como niña chiflada cuando se entera de que es adoptada y entonces abandona a su familia.
También fastidia ver que una chica a la que se le cae una cubeta con flores enloquece de ira porque dice que ya no las puede vender, ¡ni que fueran de vidrio! Y también es chocante otra escena en la que una joven practica un legrado cuando nunca ha tomado ni una clase de medicina (eso sí, ataviada con una bata blanca).
Las diferentes historias de las protagonistas que llegan ilusionadas a la agencia de colocación de empleadas domésticas brinda variedad al contenido… hasta que vuelve a aparecer Maldonado recordando una y otra vez diálogos que ya vimos, para tomar una nueva decisión en su vida.
Ivonne Montero está genial como villana y los galanes Carlos Torres y Gonzalo García Vivanco se lucen en sus papeles.
Pero luego se cae en cuenta de que los dos pretendientes de la protagonista son un periodista y un policía (tal como acaba de suceder en Nada Personal),con un look casi idéntico al de Valentino Lanús y Matías Novoa.
Las Malcriadas tiene sus cosas buenas, pero detalles como los mencionados, entre muchos otros, desesperan aunque ahora sí que la cereza del pastel del mal gusto es para el tema musical, que habla de unos patrones ricos “pero bien cochinos, no se limpian en el baño pero usan perfumes finos”.
Si no le importa escuchar todas las noches esta vulgar cantaleta, sintonice Las Malcriadas, que se transmite a las 21:30 por TV Azteca.

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