Con información de Luz Villegas, Fernando Martínez, Salma Hernández y Javier Vargas
León, Guanajuato.- Guanajuato se encuentra entre las cinco entidades con la tasa de desocupación más alta a nivel nacional. En junio de este año, el estado registró una tasa de desocupación del 3.3 %, cifra que lo ubica en la quinta posición con los resultados más altos.
La Secretaría de Economía señaló que la tasa de desocupación tiene un nivel similar al registrado en junio de 2024. En un comunicado, la dependencia informó que este resultado muestra estabilidad en el comportamiento del mercado laboral, a pesar del entorno económico complejo a nivel nacional e internacional.
“Es importante señalar que la tasa de desocupación mide a las personas que están activamente buscando empleo, pero que, al momento de la encuesta, aún no lo han encontrado“, puntualizó la Secretaría.
Indicaron que el comportamiento del empleo es dinámico y responde a diversos factores.
A pesar de los desafíos, se han colocado 28 mil 944 personas en un empleo en Guanajuato entre septiembre de 2024 y junio de 2025. El documento oficial también refiere: “Desde el punto más crítico de la pandemia, Guanajuato ha recuperado 106 mil empleos, equivalente a un aumento del 10.5 %, ubicándose en el cuarto lugar nacional”.
Los empresarios Roberto Novoa Toscano y Fernando Padilla Padilla coincidieron en que el país no atraviesa un buen momento. Señalaron que este resultado es multifactorial, incluyendo la incertidumbre por temas arancelarios y las importaciones, que afectan a varios sectores.
A nivel nacional, Coahuila registró la tasa de desocupación más alta con 4.6 %, seguido por la Ciudad de México con 3.9 % en el mismo periodo. En contraste, estados del sur como Guerrero y Oaxaca presentaron las menores tasas de desocupación, con 0.6 % y 1.1 % respectivamente.
Alejandro Gómez Tamez, economista y fundador de la consultora Grupo Asesores de Economía y Administración Pública (GAEAP), advirtió que los estados con mayor desocupación podrían generar mayor pobreza e informalidad laboral.
A través de su cuenta de X, el consultor alertó sobre los resultados de la tasa de desocupación, que calificó de preocupantes por los elevados niveles, citando datos del Inegi.
Factores que inciden
Guanajuato, al ser un estado manufacturero, se ve afectado por los aranceles impuestos. Roberto Novoa Toscano, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de León (CCEL), indicó que a esto se suma el impacto en la industria del calzado, uno de los mayores empleadores en el estado.
Novoa Toscano mencionó que las importaciones de productos asiáticos impactan diversos sectores. Consideró que algunos productos ingresan legalmente, pero otros son de contrabando.
“Evidentemente, afecta porque son productos que se dejan de consumir, fabricados en México, fabricados en Guanajuato, esto afecta directamente a la economía de nuestro país”, señaló.
Por su parte, Fernando Padilla Padilla, presidente de la Asociación de Empresas Proveedoras Industriales de México, destacó que el sector calzado ha registrado uno de los mayores índices en la caída de empleo, siendo una industria de alta demanda de mano de obra.
Padilla Padilla recordó que el sector calzado está vinculado a la industria de la moda y la proveeduría, generando afectaciones en paralelo al empleo y la economía. En este sentido, señaló que esperan revertir la situación con acciones de Ciceg en conjunto con Apimex para relanzar la industria.
Esperan la resolución de las cuotas compensatorias y una respuesta favorable para salir del Tratado Transpacífico. El comercio con China es otro factor.
Reconoció la incertidumbre en la economía debido al cambio de esquemas de negocio con Estados Unidos.
“Mucha inversión está detenida, hasta no saber las reglas del juego, para poder generar una planeación a largo plazo”, concluyó.
Ciudadanos optan por el trabajo informal, generan más ingresos y mejores horarios
Cada vez más personas optan por abandonar los empleos formales y dedicarse al trabajo informal como alternativa para obtener mejores ingresos y mayor libertad en su vida cotidiana.
Rodrigo Israel Gómez, conocido como “El Rott”, es un ejemplo de esta tendencia. Actualmente, se desempeña como adiestrador canino y, en ocasiones, como repartidor de comida. Gómez refiere haber dejado un empleo formal para trabajar de manera independiente.
“El motivo de mi salida tiene muchas razones, pero principalmente es el ingreso, tú siendo freelance ganas más, manejas tu tiempo, cuando necesitas un tiempo libre no tienes que pedírselo a un superior, principalmente por eso, por horarios y por ingresos”, detalló.
Aunque reconoce que un empleo formal podría ofrecer beneficios como seguridad social y jubilación, ha optado por ser adiestrador canino. Este oficio lo inició en 1998, tras buscar ayuda para entrenar a un perro.

“En aquel tiempo un amigo me acercó al adiestrador leonés Fernando Aguilar, que en paz descanse. Fernando me mostró el adiestramiento y me gustó, además de que siempre me han gustado los perros”, enfatizó.
Su labor principal, dice, se centra en corregir hábitos y enseñar obediencia básica a los perros.
Gómez afirmó que, si bien es posible encontrar un trabajo, muchos de ellos ofrecen salarios bajos y horarios poco flexibles, lo que influye en el desempleo.
“Yo puedo conseguir un trabajo hoy, el problema es que va a ser de cualquier cosa, ganando como 2 mil pesos semanales, que no alcanza para nada, pero fácil eso, pero conseguir un buen empleo donde aprecien y paguen tus capacidades es dificilísimo, incluso creo que la manera en la que recursos humanos en lo general filtra es inadecuada”, resaltó.
Josefina Falcón Navarro comparte una opinión similar. Desde hace 20 años, vende tacos al vapor en la colonia El Coecillo. Previo a establecer su propio puesto, trabajó cinco años en una empresa. Decidió renunciar debido a las condiciones laborales.
“Trabajar en una fábrica a veces es muy pesado, hay personas difíciles y hasta malos tratos. Es mejor tener un negocio propio, nadie te dice qué hacer y es más tranquilo”, expresó Falcón.
Afirma que su decisión le ha otorgado independencia y estabilidad, y que no buscó otro empleo formal después de su renuncia.
Busca empleo en todas partes
Martín Herrera Solís, de 50 años, enfrenta dificultades para encontrar empleo en Irapuato, Guanajuato. En dos meses de búsqueda, las vacantes consultadas solicitan personal de 25 a 35 años.
“Se desespera uno de no encontrar, yo del anterior empleo que tenía, era en una empresa en Fipasi, pero hicieron recortes y me tocó, ahora las que he ido, pues si reciben los papeles, pero cuando me dicen que tengo 50 años, pues me dicen que ellos me llaman, y eso no debería ser, uno todavía puede trabajar”, refirió Martín Herrera.

Herrera Solís ha buscado trabajo en redes sociales, periódicos y la oficina de empleo del edificio de gobierno. La situación económica es una preocupación.
“Además de los gastos que se tienen como luz, agua, tengo dos niños, ya grandes, pero siguen estudiando la preparatoria y la secundaria, pues tengo lo que me dieron de liquidación, pero no va a alcanzar por siempre, así que cada ida a algún lugar, pues pagar copias o hasta comprarse un refresco ahorita es un lujo, pero yo creo que si aún puedo conseguir algo, sino con unas amistades estoy viendo de un trabajo, que no tiene prestaciones, pero lo que sea es bueno”, añadió Martín.
Con experiencia como materialista y en líneas de ensamblaje, Martín Herrera considera que su edad no debería ser un impedimento. Cuestiona los requisitos de edad en las contrataciones.
“Yo he escuchado que ya ahora uno se debería jubilar hasta los 65 años, pero entonces las empresas deberían quitar eso de pedir de tal edad a tal edad, porque yo aún puedo trabajar, al igual que alguien más joven, hasta uno ya es más responsable, pero esperemos en Dios que nos llegue un trabajo”, finalizó Martín Herrera.
No han encontrado empleo en meses
María Guadalupe Baeza y Juan Antonio Ramos, junto a sus dos hijos, venden dulces y hierbas para hacer té en las calles de Celaya para sostener a su familia debido al desempleo.
Juan Antonio Ramos, quien se dedicaba a la siembra, se encuentra sin empleo desde hace tres meses.
Yo trabajaba las tierras, pero ahorita estoy desempleado y dependo de la vendimia de la calle para poder sobrevivir. Me traigo todos los días a mis hijos y a mi esposa. Vendemos todo el día aquí en lo que logro conseguir un trabajo”, afirmó.
La familia se instala diariamente desde las 8:00 de la mañana hasta las 9 de la noche en un portal del Centro de la ciudad, donde ofrecen su mercancía.
María Guadalupe Baeza, de 24 años, dio gracias a las autoridades porque no lo han quitado de ese lugar.

“Agradezco que hasta ahorita los que luego pasan, Fiscalización, no me han dicho nada ni me han quitado. Hasta eso me han dejado vender mis cositas sin problema, pero creo que lo que luego sí nos espanta a la gente es la lluvia, como estamos todo el día, hasta se llega a mojar mi puesto”.
La situación económica de la familia Ramos-Baeza depende, por ahora, de la venta de estos productos.
Confiamos en que pronto tendremos ese trabajito y ya pronto saquemos adelante también esta venta, porque es muy variable, a veces nos va muy bien y otras no tanto, no se vende mucho”, compartió María Guadalupe.
La familia solicitó a los habitantes de Celaya considerar la situación de quienes, como ellos, buscan un ingreso diario.
“Aunque pareciera que no andamos haciendo nada por estar aquí sentados o dando vueltas, estamos buscando la manera de ganarnos el pan de cada día”, concluyó María Guadalupe.
Cabeza de descanso
La disminución de la producción textil entre marzo y septiembre de cada año en Moroleón y Uriangato provocó un aumento en el desempleo. Cientos de habitantes enfrentan esta situación y buscan alternativas de sustento.
Miguel Vega, quien actualmente trabaja como auxiliar de albañil, compartió su experiencia: “Desde el año pasado me descansaron en el taller donde estaba bordando la ropa, ya no había producción, ni pedidos; estuve haciéndole de todo en trabajos de ayudante de albañil o en el campo porque el trabajo faltaba, pero la necesidad no se detiene y hay que mantener a la familia”.

Vega, oriundo de Uriangato y con experiencia textil desde los 17 años, señaló la dificultad actual para encontrar empleo en el sector.
“Por eso debo entrarle a la construcción, plomería, la siembra y lo que haya”, indicó.
En Moroleón, Rudi López, quien trabajó en una empresa de metales y aluminio y en Coca-Cola en labores administrativas, se encuentra sin empleo desde hace tres meses.
Sí sigo buscando (empleo), claro que sí ha sido difícil, cada vez se nota un panorama más complicado sobre todo para encontrar un trabajo formal que te ofrezca las prestaciones que por ley le corresponden al trabajador, creo que en la zona son contados los que te ofrecen algún tipo de prestación”, comentó.
Durante este periodo, López ha subsistido con ahorros y cubriendo solo gastos esenciales.

Otros desempleados en la región optan por iniciar negocios. Francisco García, antes herrero en una empresa de mallas perimetrales, ahora trabaja de forma independiente.
“Me salí de ese trabajo en diciembre porque ya me estaban pidiendo mucho por una paga muy barata, por mi edad ya es difícil encontrar un trabajo, entonces junté mis ahorros y compré material para hacer yo mismo los trabajos de herrería, cuando se baja la clientela, pues me voy a buscarle en cualquier cosa para llevar el sustento a la casa”, explicó.
AM
