La reducción de la jornada laboral en México podría disminuir hasta 17 % la productividad si las empresas no se preparan. Expertos recomiendan diagnóstico operativo y automatización de procesos. Foto: Cortesía.

Con información de Agencia Reforma

León, Guanajuato.- Una reducción del 17 % en la productividad es la que podrían enfrentar las empresas con la reducción de la jornada laboral en México, si no se preparan adecuadamente para el cambio de 48 a 40 horas semanales.

De acuerdo con el especialista Javier Perdomo, CEO de Obsidian Business Lab, la modificación plantea serios retos para la rentabilidad y continuidad de muchos negocios que operan en el límite de su utilidad.

Si no hacemos nada, puede llegar incluso a que las empresas cierren, porque no están preparadas. La pérdida de productividad les daña todo su resultado financiero”, advirtió.

Retos y medidas urgentes

Perdomo explicó que los primeros pasos deben enfocarse en análisis de rentabilidad, depuración de actividades sin valor y automatización de procesos.

Estas acciones, dijo, ayudarán a compensar la reducción de horas de trabajo y a mantener la eficiencia operativa.

“Recomiendo anticiparse con una revisión de las operaciones, para garantizar que cuando esta implementación llegue, podamos hacerlo de la mejor manera. Con un mercado estancado en el consumo, esto sería un factor adicional”, señaló.

El especialista agregó que, en sectores como la manufactura no automatizada, los costos operativos podrían incrementarse porque muchas actividades dependen de la mano de obra directa.

“Si no estamos preparados y seguimos en un esquema normal, lo que va a pasar es que van a llegar demandas, reclamos y juicios. Una multa de estas puede acabar con la utilidad de un negocio”, advirtió.

Impacto laboral y fuga de talento

Perdomo alertó que una disminución en la productividad puede derivar en recortes de personal o sobrecarga para quienes permanezcan, generando descontento y fuga de talento clave.

Hay que tener mucho cuidado con la gestión del talento, porque el espíritu de la norma es mejorar la calidad de vida de los trabajadores”, señaló.

Subrayó que lo ideal es mantener la plantilla actual sin perder eficiencia, eliminando actividades de bajo valor y fortaleciendo los procesos de fidelización del personal.

Diagnóstico y rediseño de operaciones

El experto recomendó a las empresas realizar un diagnóstico operativo integral para medir cargas de trabajo, rediseñar turnos y capacitar al personal, a fin de evitar incrementos en los costos operativos.

“No subestimen este diagnóstico operativo inicial, porque solo a través de la medición de las cargas de trabajo podremos implementar una metodología que funcione”, precisó.

Además, insistió en que antes de automatizar, se deben depurar las actividades que no generan valor, ya que el peor error sería “automatizar procesos improductivos”.

Riesgos de no prepararse

Perdomo advirtió que no implementar el cambio de forma adecuada puede resultar más costoso que la pérdida de productividad, con riesgos que incluyen multas, protestas laborales y conflictos sindicales.

El objetivo, enfatizó, debe ser lograr un balance en las cargas de trabajo que evite el agotamiento o burnout entre los empleados.

Finalmente, estimó que la aplicación total de la jornada de 40 horas podría concretarse entre 2027 y 2028, cuando la mayoría de las empresas mexicanas haya completado su adaptación.

Piden líderes sindicales reducir jornada laboral en dos años

Líderes sindicales se pronunciaron en favor de que la reducción de la jornada laboral se lleve a cabo de manera gradual, en dos años.

En conferencia de prensa, Isaías González Cuevas, secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), consideró que la reducción de jornada de 48 a 40 horas, puede aplicarse a partir del 2025 para que se quede en 46 horas.

Mientras que en 2026 se reduzca otras dos horas y en 2027 se llegue a las 40 horas.

Es urgente que los legisladores aprueben la iniciativa”, aseguró González Cuevas.

Ángel Celorio, representante de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), manifestó que desde la central sindical están promoviendo que el cambio sea gradual, pero no se lleve más de dos años.

Asimismo, planteó que los cambios derivados de la reducción de jornada queden plasmados en los contratos colectivos de trabajo.

“En muchos países del mundo se tienen 40 horas semanales (de trabajo) o menos y no se ha menoscabado la productividad”, subrayó.

Por su parte, Rodolfo González, líder de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), advirtió que en los artículos transitorios de la reforma debe quedar reflejado cómo se aplicará en el caso de los trabajadores que no cuentan con un contrato colectivo de trabajo, es decir, que no están sindicalizados.

Planteó que la reforma para reducir la jornada representa un reto importante, ya que los empleadores pueden aprovechar los cambios para automatizar funciones en las empresas que dejen sin puestos a los trabajadores.

DAR

 

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