Fabiola de Aguiñaga, vicepresidenta de Grupo Chemisette, relata su trayectoria de vendedora por catálogo a liderar la empresa y los retos de ser mujer empresaria.. Foto: Silvia Millán.

León, Guanajuato.- A los 28 años, Fabiola de Aguiñaga del Castillo asumió la dirección de Grupo Chemisette, empresa mexicana dedicada a la comercialización de ropa interior por catálogo, fundada por su madre.

Reconoció que al inicio no se sentía lista para el reto. “Sentía que el título de vicepresidenta era mucho más grande, mucho más arriba. Me costó mucho trabajo llenar ese título de vicepresidenta”, compartió.

Dos décadas al frente de una empresa mexicana líder

De Aguiñaga ha sido vicepresidenta de Grupo Chemisette durante 20 años, compañía con más de 285 mil distribuidores en todo el país.

Desde su fundación en 2001, ha sido cofundadora y pieza clave en la consolidación del grupo. Impulsó la primera red de distribuidores y grupos de líderes nacionales, además de coordinar desfiles de moda, convenciones y viajes internacionales para la fuerza de ventas.

En 2017, modernizó el plan de negocios, lo que generó un crecimiento exponencial y posicionó a la marca como referente en emprendimiento y moda dentro del sector mexicano.

“Empecé vendiendo, como cualquier distribuidora”

Nacida en Guadalajara, Fabiola tiene formación en diseño de modas y experiencia en producción de pasarelas y catálogos.

Recordó que su trayectoria comenzó desde abajo, vendiendo directamente los productos.

“Yo empecé vendiendo el producto por catálogo; fui distribuidora de 26 grupos y gané premios como cualquier distribuidora”, relató.

Actualmente, Grupo Chemisette está dirigido por cuatro mujeres, cuyas edades van de los 70 a los 30 años, representando distintas generaciones de liderazgo.

“Así estamos eligiendo esta empresa”, comentó.

Ser empresaria y mujer es hacer malabares todos los días

Fabiola destacó que uno de los mayores retos de las mujeres en México es creer en su capacidad para liderar.

Ser empresaria y mujer es como estar en un circo de tres pistas. Realmente somos malabaristas; un día cualquiera en la vida de una mamá empresaria es hacer malabares con demandas ilimitadas”, afirmó.

También subrayó la importancia de la sororidad y el trabajo conjunto entre mujeres.

“Debemos levantar nuestra voz en puestos importantes. Eso es lo que queremos: unirnos, darnos la mano, trabajar hombro con hombro y estar siempre presentes”, expresó.

La empresaria participó como invitada de Coparmex Zona Metropolitana de León y del Comité de Mujeres Coparmex, donde compartió su experiencia como líder y empresaria.

AAK

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