Guanajuato sumó 42 mil trabajadores más a la informalidad en 2025. Ya son 1.5 millones sin seguridad social ni prestaciones. Especialistas urgen diversificación económica. Foto: Luz María Villegas Pérez.

Con información de Luz María Villegas

Guanajuato.- En la entidad, 42 mil 623 personas se sumaron a la ocupación informal en el segundo trimestre de 2025, respecto al mismo periodo de 2024.

De abril a junio de 2025, Guanajuato registró un total de un millón 558 mil 997 personas en la informalidad, cifra que representa un aumento del 2.81 % en comparación con el mismo lapso de 2024, cuando se contabilizaron un millón 516 mil 374 trabajadores en esa condición.

La tasa de informalidad también reflejó este incremento: pasó de 53.5 % a 54.7 %. Así lo reporta la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi.

Con estos resultados, Guanajuato se ubicó en la posición 17 considerando el porcentaje de informalidad por estado (casi igual al promedio nacional de 54.8 %). Sin embargo, en número absoluto de personas en la informalidad, se colocó en la octava posición nacional, incluso por encima de Oaxaca y Guerrero, estados históricamente con altos niveles de empleo informal.

Especialistas: urge diversificación

Franco Padilla Fuerte, especialista en temas financieros, advirtió que el estado sigue dependiendo de sectores muy vulnerables a la economía de Estados Unidos: manufactura, turismo y servicios.

Debemos cuidar estos sectores, pero también apostar y apoyar a otros, como el primario. De nada sirve aumentar el número de empleos si sigue creciendo la informalidad o si los empleos generados tienen salarios bajos y pocas horas de trabajo”, señaló.

Añadió que aunque la población ocupada aumentó en 16 mil personas, Guanajuato requiere al menos 20 mil empleos nuevos cada año.

Riesgos sociales y económicos

Fernando Padilla Padilla, presidente de APIMEX, destacó que la informalidad no solo afecta a los trabajadores al dejarlos sin seguridad social, sino que también perjudica a las empresas formales.

En un contexto industrial no puede competir una fábrica formal contra otra que no paga impuestos ni prestaciones. Eso es gravísimo porque la empresa formal no crece y, por ende, la economía tampoco”, comentó.

En tanto, Michel Sojo Quiroz, presidente de Coparmex León, advirtió que la carga fiscal y nuevas leyes como la llamada “Ley Silla” o la reducción de la jornada laboral impactan a las MiPyMes, mientras que las empresas informales no tienen que asumir esos costos.

“Los informales no van a pagar esto, en caso de aprobarse. Los formales, los que estamos cautivos, somos los que pagamos por todos los demás”, expresó.

Informalidad como “amortiguador”

Neftalí Toledo, coordinador de Contaduría y Estrategias Financieras en la Universidad Ibero León, señaló que aunque reduce la calidad de vida de los trabajadores, la informalidad también funciona como una salida ante la falta de empleos formales.

Lo que no nos dicen es que también la informalidad actúa como un amortiguador de los desequilibrios nacionales. Como el gobierno no da fuentes de empleo adecuadas, la gente se autoemplea en el comercio y servicios. No podríamos condenarla a no trabajar”, indicó.

Concluyó que se trata de un problema multifactorial: “No podemos hablar solo del gobierno. Empresas, organizaciones civiles y sociedad también debemos involucrarnos”.

Bajos sueldos y largas jornadas orillan a guanajuatenses a empleos informales

Los bajos sueldos y las largas jornadas laborales son una de las principales razones por las cuales muchas personas optan por trabajos informales. Comerciantes coincidieron en que el comercio ofrece mayor libertad de horarios y, en muchos casos, mejores ingresos que un empleo formal.

De acuerdo con el INEGI, Guanajuato cuenta con una población económicamente activa de 2.9 millones de personas. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el 56.9% de esta población está ocupada, el 10.8% está en condición de subocupación, la tasa de desocupación es de 2.5% y el 54.7% de los trabajadores realizan actividades informales.

Voces del comercio

Jesús García, comerciante en la zona Centro, señaló que una de las principales ventajas es la flexibilidad:

Creo que es mejor estar en el comercio que estar en una empresa, porque la empresa da un sueldo y hay veces en las que tenemos que estar desde temprano hasta ya tarde, y aquí yo abro y cierro a la hora que yo quiero”.

Agregó que, tras haber trabajado en empleos formales, encontró en el comercio ventajas tanto en horarios como en ingresos.

Elías Márquez, vendedor de tacos al vapor en la colonia Presidentes de México, compartió que dejó su empleo formal como chofer de pipas y camiones por un tema de salud. Aunque recibe pensión, decidió emprender para mantenerse activo:

Los bajos sueldos hacen que la gente ponga sus propios negocios. La principal ventaja del trabajo formal es el seguro, pero hoy no alcanza”.

Por su parte, Rosalio Palomares, quien viene de familia de comerciantes, subrayó la diferencia entre autoempleo y trabajo formal:

La ventaja de aquí es que uno como comerciante puede agarrar lo que quiera, en una empresa no puedes. Ellos te pagan lo que quieren y, si te corren, no te dan lo que deben darte”.

Añadió que hoy en día las largas jornadas en empleos formales, así como la falta de atención adecuada en clínicas del IMSS, restan atractivo a la formalidad.

Matilde, ama de casa y comerciante desde hace 30 años, nunca trabajó en la formalidad porque no podía descuidar su hogar:

Aquí puede que lo que ganas en una semana lo ganes en un día, o a veces nada, tiene sus variantes”.

Preferencia por la independencia

Rodrigo Israel Gómez, mejor conocido como “El Rott”, trabaja como adiestrador canino y repartidor de comida. Aunque alguna vez tuvo un empleo formal, lo dejó para trabajar de manera independiente:

“El motivo de mi salida tiene muchas razones, pero principalmente es el ingreso. Tú siendo freelance ganas más, manejas tu tiempo, cuando necesitas un tiempo libre no tienes que pedírselo a un superior”.

Rodrigo Israel Gómez trabaja como adiestrador canino y repartidor de comida. Foto: Cortesía

Aunque reconoce que un empleo formal podría ofrecerle seguridad social o jubilación, prefiere mantenerse independiente:

“Hoy puedo conseguir un trabajo, pero va a ser de cualquier cosa, ganando 2 mil pesos semanales que no alcanza para nada. Un buen empleo, donde aprecien y paguen tus capacidades, es dificilísimo”.

DAR

 

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