León, Guanajuato.- La innovación debe responder a la estrategia de la empresa y no al revés; para implementarla se requieren entregables, indicadores de desempeño y una persona a cargo.
Así lo señaló Mauricio Durán, ingeniero mecánico, consultor en planeación estratégica y socio de la firma Neorum, quien aseguró que los directivos deben creer en el valor de la innovación para enfrentar los desafíos del entorno actual.
La innovación es una estrategia para llegar a los objetivos, es un ingrediente más. “Es la partitura de la empresa, la innovación está dentro de la empresa, para tocar nuevas sinfonías”, expresó.
Durán definió la innovación como un proceso continuo de creación de productos, servicios, soluciones y procesos que generen valor tanto para el mercado como para la organización.
Explicó que su implementación debe ser liderada desde la alta dirección hacia abajo, pero ejecutada desde la base hacia arriba.
Precisó que existen tres tipos principales de innovación: la mejora continua, el desarrollo de nuevos productos y la creación de nuevas líneas de negocio, todas ellas como vías para ganar competitividad. Incluso, dijo, se puede innovar al reducir los tiempos de cotización o de entrega.
Subrayó que es fundamental que los equipos de trabajo comprendan al cliente, y para ello deben ser conscientes, involucrarse, ver el proceso y adoptarlo.
Mauricio Durán señaló que la innovación es un proceso en el que todos participan, se debe medir y reconocer. La innovación se nutre por ideas, para que una empresa pueda navegar en aguas turbulentas buscando maneras de afrontarlas.
Durán advirtió que no cualquiera puede volverse innovador de la noche a la mañana. Para ello, dijo, es necesario capacitar al personal y desarrollar competencias que permitan construir una cultura de innovación.
Si no cuentas con una visión en la que la innovación sea una pieza clave y una estructura que la apoye, será difícil que esto funcione. Tiene que haber un encargado para realizar el proceso”, enfatizó.
Agregó que, en todo momento, las empresas enfrentan retos, y recordó que México es el tercer país más complejo para hacer negocios.
Por su parte, Roberto Bonilla, consultor de empresas y moderador del encuentro, afirmó que las compañías viven actualmente un “tsunami” provocado por un entorno volátil e incierto.
Comentó que las empresas registran márgenes a la baja, debido a efectos directos e indirectos de la guerra arancelaria, la posible reducción de la jornada laboral a 40 horas, la inflación y las guerras de precios.
Todo esto es un catalizador de innovación para las MiPyMes. Lo que debemos hacer es actuar estratégicamente, innovar en procesos, productos y modelos de negocio de manera enfocada, apuntó.
La innovación debe estar alineada con las principales estrategias, qué quiero lograr como diferenciador en la empresa. Es el momento de innovar”, concluyó.
AAK
