La gran mayoría de estas tiendas son operadas por jefes o jefas de familia. Foto: Archivo AM.

Guanajuato.- A nivel nacional, tres de cada 10 pequeños comercios de abarrotes son víctimas de extorsión. Las tienditas pagan cuotas que inician en 500 pesos y de ahí en adelante, dependiendo del nivel de ingresos del negocio, pueden llegar a pagar hasta tres mil pesos a la semana.

Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), aclaró que se trata de estimaciones, ya que el problema de la extorsión es que pocas veces se denuncia.

La estafa es el principal problema que enfrenta el pequeño comercio en México”, advirtió.

El líder de Anpec expuso esta problemática durante la presentación de la Encuesta 25, El pulso de la tiendita de barrio, realizada este martes vía Zoom.

Rivera explicó que la extorsión es un problema grave en el país y que no se han hecho los esfuerzos necesarios para solucionarlo.
El cobro de piso es una constante en las principales zonas de consumo de las grandes ciudades, especialmente entre quienes tienen mayor capacidad de compra”.

En México, el 32 % de las personas que decide abrir una tienda lo hace como respuesta al desempleo o tras haber sido despedidas.

Las tiendas de abarrotes representan el 50 % del comercio del país. Seis de cada 10 son atendidas por adultos mayores de 59 años.

El 84% de estos negocios está operado por jefes o jefas de familia, y al menos el 55 %, funciona desde el hogar.

Cuauhtémoc Rivera advirtió que las tienditas son una respuesta familiar ante la falta de empleo, una manera de hacer frente a la precariedad mediante el trabajo cotidiano.

La encuesta, elaborada por Anpec, se aplicó a tres mil comerciantes en todo el país.

Dejan marcas

Los hábitos de consumo también reflejan la crisis. El 29 % de los clientes dejó de comprar pan de caja y el 45 % dejó de adquirir alimentos enlatados.

El comercio vive una paradoja: las tiendas están abiertas, pero los refrigeradores están vacíos. Comprar dejó de ser una elección; ahora es una renuncia”, afirmó Rivera.

“El poder adquisitivo se ha roto y la inflación alimentaria marca cada decisión de supervivencia. Es la temporada del precio, no de la calidad. La gente compra según lo que puede pagar, no por preferencia”.

El 72% de las tiendas ha reducido su margen de ganancia. En 2024, aumentó 44 % el número de clientes que piden fiado.
El comerciante no solo vende; también amortigua el golpe. Absorbe la inflación para no perder a su clientela”.

El 77% de los encuestados siente que su negocio está en riesgo de cerrar; el 37 % ha dejado de pagar servicios básicos y el 68 % ha tenido que cerrar temporalmente en algún momento.

Brecha digital

Solo el 13.8 % de las tiendas de abarrotes en el país cuenta con terminal bancaria y menos del 10 % vende en plataformas digitales. No obstante, el 71 % está dispuesto a innovar, aunque no sabe cómo hacerlo.

Por ello, Rivera anunció la creación de la Escuela Anpec, con la que se buscará tender un puente entre el deseo de actualizarse y los medios para lograrlo, mediante capacitación y certificación.

Detalló que ya se reunió a un primer grupo piloto de 200 comerciantes, a quienes se ofrecerán habilidades digitales, manejo de inventarios, mercadotecnia y atención al cliente.

AAK

 

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