Durante la ceremonia de toma de protesta de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), Héctor y Francisco Cuadra Muñoz recibieron el premio San Crispín de oro; mientras que Mario Alberto Pérez Lozano, fue galardonado con la Charola de Plata 2022.

Los empresarios recibieron sus respectivos reconocimientos de manos de la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos; del gobernador del estado, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo; del presidente de la CICEG, Alfredo Padilla Villalpando y de Félix Arredondo Ortega, director general de Fomento a Cadenas Productivas e Inversión.

Héctor Cuadra no estuvo presente en la premiación, por cuestiones laborales en el extranjero; pero su esposa María Elena de Cuadra recibió el San Crispín en su representación.

La presidenta municipal de León, felicitó a los galardonados por su proyección, por haber logrado permanecer en el mercado por tantas décadas y por representar al país y a Guanajuato, en el caso de Cuadra.

A la felicitación se sumó Alfredo Padilla quien mencionó que el San Crispín y La Charola de Plata “son los reconocimientos más importantes que otorga la industria (de la piel y el calzado) y sirven de inspiración para las nuevas generaciones de empresarios”.

A esta ceremonia, asistieron también el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN), José Abugaber Andonie; la Secretaria de Gobierno, Libia Denisse García Muñoz Ledo; el presidente de la Cámara de Calzado de Jalisco, Luis Francisco Quirarte; el secretario de Turismo de Guanajuato, Juan José Álvarez Brunel; así como representantes de empresas del gremio de la industria de la piel y el calzado.

Félix Arredondo, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, Mario Alberto Pérez Lozano, Alejandra Gutiérrez Campos y Alfredo Padilla Villalpando | FOTO. Gerardo García

Tres generaciones de Grasas el Oso

 

Mario Alberto Pérez Lozano, presidente de la compañía Grasas el Oso, en entrevista, relató que Grasas el Oso comenzó en la Ciudad de México hace 105 años producto del tesón de su abuelo Prisciliano Pérez Buenrostro.

“Él (mi abuelo) llegó de la Sierra Gorda de Querétaro a la Ciudad de México. Él comenzó a trabajar en un almacén y conoció un producto que llegaba de Estados Unidos, era la grasa; luego él pensó en una fórmula para sacar la grasa y la empezó a desarrollar”, comentó el empresario. 

También recordó el origen del nombre del producto, que también fue producto del ingenio de su abuelo 

“(Mi abuelo) los fines de semana se iba a tomar fotografías al Zoológico de Chapultepec y al Ángel de la Independencia que acababan de inaugurar porque era el Centenario de la Independencia. En esa época, mucha gente quería tomarse fotografías en el lugar en el que estaba el oso polar y como era tan popular, él pensó (el nombre será) ‘El Oso blanco’, y así nació Grasas el Oso”.

El señor Pérez Lozano es ya la tercera generación que preside Grasas El Oso y fue antecedido por su padre, Alberto Pérez, quien, según refiere, se encargó de desarrollar aun más la marca con troqueles, la automatización de procesos, etcétera. Mientras que su misión se concentró en consolidarla y expandir sus alcances hacia el extranjero. 

Para Mario Alberto Pérez, su labor en la empresa “ha sido muy agradable, muy interesante y muy satisfactoria”, muestra de ello, consideró, es la Charola de Plata que está recibiendo luego de dedicar prácticamente toda su vida a la empresa.

Mencionó también que, junto con su esposa Leticia Gómez, se ha enfocado en ampliar sus alcances al extranjero; mediante plataformas de comercio digitales, Grasas El Oso tiene presencia en Estados Unidos, Cuba, Canadá y otras partes del mundo mediante exportaciones a través de su e-commerce.

Reconoció que el reto más difícil a vencer ha sido la permanencia en la preferencia de los clientes y para ello ha tenido que trabajar incansablemente por la calidad, encomienda que heredó de sus ancestros.

“A lo largo del tiempo han habido muchas marcas, incluso muy reconocidas, que han desaparecido; nosotros hemos permanecido y ése es el logro más importante que hemos tenido”, señaló el galardonado.

Finalmente, agradeció a la CICEG por este reconocimiento. En su mensaje al recibir el premio, también agradeció a León porque “sin zapatos no se necesitarían grasas El Oso”.

Félix Arredondo, Diego Sonhue Rodríguez Vallejo, Francisco Cuadra Muñoz, Elena de Cuadra, Alejandra Gutiérrez y Alfredo Padilla Villalpando | FOTO: Gerardo García

En 1991, ya con amplia experiencia del manejo de pieles exóticas, acabados y manufactura de accesorios, el 28 de junio de 1991 en León, Guanajuato se lanzó formalmente la marca Cuadra con botas, cinturones y carteras además de botas.

La señora María Elena emitió un mensaje a los presentes donde destacó que su esposo Héctor ha sacrificado momentos importantes de sus vidas por trabajar para que Cuadra siga creciendo y que las familias de los trabajadores estén mejor.

Asimismo, refirió que no es fácil el camino empresarial y aprovechó el espacio para subrayar el arduo trabajo que también llevan a cabo las esposas de los empresarios y trabajadores que “son equipo” para el éxito de las empresas. En ese sentido, dedicó el premio a todas las esposas y las familias deseando que haya más mujeres recibiendo el San Crispín.

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