León, Guanajuato. Perla de Occidente, un bar ubicado frente a la Catedral Basílica de León, fue el origen del Bar Mónaco.

Este negocio familiar que hasta ahora ha sido atendido por 4 generaciones familiares sufrió saqueos en los tiempos de Revolución Mexicana y posteriormente en la guerra cristera, acontecimientos que motivaron su cambio de ubicación, más no pudieron terminar con su historia.

Su segunda ubicación fue a unos locales más adelante, por la misma calle, ya en contraesquina de la Catedral, en donde registraron el segundo suceso, del cual se volvieron a levantar, para luego abrir en el local 4 del Portal Padilla, en el Centro Histórico, ya en ese momento administrado por Salvador y Adolfo Flores Gaona, hijos del fundador.

Fue en 1964 que llegaron a la calle Emiliano Zapata, en donde hasta el pasado miércoles antes de las 5 de la tarde aún existía, y era atendido por Salvador Flores Gaona y su hijo Salvador Flores Ibarra.

Este negocio, en donde en su momento fue prohibida -como cantina de aquella época- la entrada a las mujeres, es uno de los miembros más antiguos de los negocios afiliados a la Canaco y desde luego también de los que aún existían en la zona, pese a los constantes cambios en la llegada de la modernidad.

En esta cantina se lograron acordar importantes negocios locales, pactar planes de gobierno y hasta promesas matrimoniales que tuvieron de fondo alguna canción de amor, luego de poner la respectiva moneda en la rocola color rojo que había en el lugar.

Ofrecían una variedad de platillos para degustar, pero sin duda el preferido era el hígado rebanado, en el tradicional negocio en donde cabían hasta 60 personas, con su representativo espejo detrás de la barra que se conservó desde que era la Perla de Occidente, así como mesas y sillas con más de 70 años de antigüedad.

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