León, Guanajuato.- En Guanajuato la industria del plástico redujo 57% el valor productivo al corte de mayo de 2020.
Las empresas de este sector generaron mil 796 millones de pesos, esta cifra es 2.3 veces menor a lo registrado en mayo de 2019; en ese año se registraron 4 mil 188 millones de pesos.
Entre los dos periodos hubo una disminución de 2 mil 391 millones de pesos, así lo refiere la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) realizada por el Inegi.
Tenemos que incentivar la reconversión de los negocios, están surgiendo oportunidades en el ámbito industrial que se deben aprovechar, hay sectores que tardarán más en recuperarse”, afirmó Roberto González Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) León.
El líder de los industriales dijo que las empresas deben cuestionar los modelos de negocios y sugirió hacer productos para los sectores que están activos.
Por ejemplo, el sector médico es atractivo, dijo, pero no para todos, una migración se puede hacer dependiendo del sector al que están dirigidos.
Más que un interés, es una necesidad. Hay empresas que regresaron para ver que siguen sin producir. La industria deberá reconvertirse para nuevos sectores, los mercados no serán los mismos“.
Ante esta situación empresas de esta industria optaron por sumarse a desarrollos del sector médico y dar soluciones ante la contingencia sanitaria.
Se abre al sector médico
La contingencia sanitaria abrió para el empresario René Solano Urban la oportunidad de crecer en productos para el sector médico. En una de sus empresas se dedican al sector plástico desde hace 15 años.
Sus procesos lo llevaron a elaborar Bio-bag que son bolsas para cadáveres, con ellas incursionaron en este mercado a raíz de la pandemia.

Por otro lado aceleró tres productos en la empresa NABICRON, donde ya estaban elaborando medicamentos para úlceras en pie diabético.
Esa investigación los llevó a fabricar un gel con nanotecnología que es antiviral, mismo que utilizan los médicos cuando van a quirófanos, detalló.
También se suma el desinfectante para superficies H-STERILE, que genera un medio ambiente libre de virus o bacterias.
Y en colaboración con Creativika desarrolló una máscara elaborada en 3D, su versión más reciente es apta para médicos que contiene nanofibras para evitar virus o bacterias.
En conjunto los productos pueden tener vida de 20 días que se puede extender a ocho meses y después dos años, más cambiando sus repuestos.
Solano Urban destacó que ya han comenzando a exportar a Europa y Estados Unidos.
Otro producto es la bufanda lavable Nano Shield, que tiene como ventaja ser reusable hasta por 100 lavadas; el producto lo elaboraron en colaboración de Comertex de España.

La pandemia los obligó a acelerar sus desarrollos al ver detenida su actividad principal, al migrar pudieron activarse con tecnología guanajuatense.
Aprovechamos esta pandemia; para nadie ha sido favorable tuvimos que hacer una reconversión muy rápida para poder vivir y crecer la empresa”, dijo.
Arco sanitizador
Pasar de los acabados de la construcción a objetos para atacar la pandemia, llevó a Alejandro Álvarez Hernández, director de Walltek a modificar sus procesos.
La empresa tiene cinco años en el mercado y al llegar la contingencia, la ejecución de proyectos se detuvo.
Tuvieron que ser flexibles para cambiar, aprovechar su capacidad y reaccionar; así empezaron con la reventa de arcos sanitizantes.
En sus procesos ya utilizaban acrílicos, plásticos y aluminios, por lo que decidieron producir productos más específicos.

Iniciaron con una careta de pet y eso abrió una nueva línea de negocio, que no tenían considerada.
Posteriormente hicieron el túnel sanitizador; hubo que hacer uno práctico y accesible, que primero probaron para llegar a un modelo económico.
También desarrollaron un tótem (estructura recubierta) de 1.80 metros de altura, en el que se incluyó un medidor de temperatura y un dispensador de gel.

Álvarez Hernández detalló que esto les permitió conservar la oficina. Su objetivo era generar un negocio temporal que les sirviera de apoyo para subsistir, y les permitió dar trabajo a otras microempresas.
El 80% de sus ventas fueron a clientes que no tenían.
GOM.
