Figuras de la Independecia. Foto: Leopoldo Medina

San Felipe, Gto.- La presencia y el legado de Don Miguel Hidalgo y Costilla se viven, se cuentan y se enseñan en la casona de la “Francia Chiquita” en San Felipe Torres Mochas, a días de celebrarse los 215 años del Grito de Independencia. El héroe nacional vivió 10 años en estas tierras.

El Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo, es recordado con cariño porque logró unir a los habitantes de San Felipe. Hizo mucho por los pobres, logrando que mejoraran sus condiciones de vida, y les enseñó diversos oficios: talabartería, alfarería y el manejo y producción de gusano de seda. Además, destacó por su empeño en la educación y el fomento de las artes.

En el ámbito religioso fue un ejemplo al promover las enseñanzas de Cristo. En sus tertulias en la casona de la entonces calle Alcantarillado —hoy Hidalgo— se fomentaba el teatro con obras de Molière y la música de bel canto europeo.

Monumento a Hidalgo, al fondo su Parroquia. Foto: Leopoldo Medina

Los sanfelipenses están orgullosos de estas acciones que siguen impactando entre la población y que consideran un verdadero legado. “Somos una ciudad donde la alfarería es una actividad importante”, mencionó J. Salvador Ortiz Ávila, integrante del Consejo de Historia A.C. de San Felipe.

Agregó: “Estamos orgullosos de su estancia en San Felipe. Llegó procedente de Colima y aquí vivió 10 años. En Dolores culminó sus ideales de libertad y justicia”.

El templo y la memoria histórica

De acuerdo con el Archivo Parroquial, el 24 de enero de 1793 la parroquia de San Felipe Apóstol concedió a Don Miguel Hidalgo y Costilla el cargo de bachiller, avalado por Don Antonio de San Miguel, de la diócesis de Michoacán.

El templo fue construido en el siglo XVI por los franciscanos y se secularizó en 1773. El pasado 6 de agosto se celebraron 455 años de la venerada imagen del Señor de la Conquista, a la que Don Miguel Hidalgo predicó durante una década.

Vista panorámica del interior de la casona. Foto: Leopoldo Medina

En el Jardín Principal de San Felipe se erige una estatua en su honor, colocada el 16 de septiembre de 1910, conmemorando el primer centenario del Grito de Independencia. Una placa recuerda también que fue cura de la parroquia desde 1793 hasta 1800.

Muy merecido a un sacerdote que vino a traer la palabra de Cristo y fue ejemplar en su labor pastoral, además de las acciones que hizo por los más pobres. Unir voluntades y difundir las artes en todas sus expresiones a través de sus famosas tertulias”, apuntó Ortiz Ávila.

La “Francia Chiquita”, testigo del legado

En la actual calle Hidalgo se encuentra la casona conocida como la “Francia Chiquita”, donde Don Miguel Hidalgo organizaba tertulias culturales, en las que se leían a conocidos autores franceses de la época, con baile, música y teatro incluidos. El predio de 30 por 80 metros conserva aún vestigios de ese pasado, como un escenario deteriorado en el fondo del terreno.

Hoy, el Museo de Hidalgo en San Felipe Torres Mochas permite a los visitantes recorrer salas con objetos, documentos y fotografías que recuerdan al Libertador de México. Entre sus muros, el legado de Don Miguel Hidalgo y Costilla permanece vivo en la memoria colectiva.

J. Salvador Ortiz Ávila, muestra libro de la Parroquia el día que asumió el cargo el cura Hidalgo. Foto: Leopoldo Medina

DMG

Figuras de la Independecia. Foto: Leopoldo Medina

Figuras de la Independecia. Foto: Leopoldo Medina

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