León, Gto.- Orientada a la creación de arte objetual, la artista multidisciplinaria Lucía Álvarez Martínez utiliza técnicas y formatos tradicionales con los que reinterpreta objetos cotidianos, jugando así con la perspectiva de los espectadores.
La licenciada en Artes Plásticas por la Universidad de Guanajuato, utiliza distintas técnicas como acrílico y acuarela, en la pintura; construcción manual y torno, en cerámica; y en la fotografía digital aborda el blanco y negro, resaltando las texturas y las sombras de sus composiciones.
Álvarez Martínez ha tomado como referencia la metapintura, el arte conceptual, el hiperrealismo y la multidisciplina, para la concepción de su trabajo.
Ha colaborado con distintos grupos de creación artística, entre ellos Artistas Independientes de Guanajuato (creadores del Festival de Jazz de León) y el Colectivo Abejorro. En 2012 fundó la empresa creativa Glück, donde realizaba repostería adornada con distintas obras de grandes artistas como Andy Warhol, Vincent Van Gogh, Edvard Munch y Claude Monet.

En entrevista con AM, la artista multidisciplinaria compartió sus inicios en el mundo del arte, resaltando que desde pequeña tenía interés por crear.
A mis papás, les gustaba mucho dibujar y leer, mi mamá lo hacía por gusto y mi papá por profesión (arquitecto). Desde niña tuve interés por el arte y las manualidades, tomé un par de cursos infantiles en la Casa de la Cultura Diego Rivera y además, desde siempre me ha gustado mucho ir a museos. Pero supongo que también tuvo mucho que ver la cultura popular, cuando eres un niño criado en los noventas”.
Apuntó que se define como una artista curiosa, perfeccionista, observadora, lectora y autodidacta. Interesada en investigar y experimentar, “creo en el constante aprendizaje en la vida cotidiana, me gusta salir de las pautas preestablecidas por la academia, romper con los límites. Cuido mucho la manufactura de mis obras y cuando algo me interesa, me clavo mucho con el tema”.

Un portafolio envidiable
La artista visual ha sido seleccionada en distintas Bienales de Arte Contemporáneo por su trabajo: en la Rufino Tamayo, en la Alfredo Zalce, en la Julio Castillo, en la Eulalio Ferrer, en la Olga Costa, así como en la Bienal Barco y en la Bienal UNAM de Artes Visuales, y se hizo acreedor a menciones honoríficas en el Premio Federico Ramos.
Entre sus proyectos individuales más destacados está “El Objeto disfrazado de normalidad”, centrado en la reproducción de libros en bastidores, pinturas-esculturas de carácter tautológico, dándole proyección a su labor a nivel nacional e internacional.
Algunas de sus exposiciones colectivas son: “El misterio de los vegetales gigantes”, galería de Pólvora Mágica (2024); “FILO Salón de Arte”, Querétaro, Querétaro (2024), “XIX Bienal de Pintura Rufino Tamayo”, Museo Tamayo, CDMX (2022); “II Bienal Olga Costa”, Museo Olga Costa y José Chávez Morado, Guanajuato capital (2021); “Confluencia México-Japón”, Contenedor de Arte, Irapuato, Guanajuato y “I Bienal de Arte Contemporáneo Barco”, Galerías del ICL, León, Guanajuato, entre otras más.

Adopta temas satíricos
Lucía Álvarez compartió que en sus trabajos le interesa abordar temas como la sátira, la contradicción y la mímesis; abordando la crítica al consumismo y dando valor a los objetos de doble uso con características únicas. En los últimos años ha desarrollado un cuerpo de trabajo basado en la problemática ambiental y la creciente mancha urbana.
Soy una mente curiosa, estoy en constante observación del mundo que me rodea. Me gusta trabajar con niños porque te dan otra perspectiva de las cosas. Me gusta mucho ir a museos, platicar con amigos, leer noticias, todo contribuye a la creación y formulación de las ideas”, compartió Celia Lucía respecto a cómo se inspira.
Dijo que cuando pinta tiene en la mente el concepto que intenta plasmar, analizando los elementos que utilizará, destacó que a veces el cuerpo se acostumbra al proceso, tanto que los preparativos se vuelven pasos naturales.
“Tiendo a concentrarme en lo que estoy haciendo y cuando produzco, me cuesta mucho relacionarme con el mundo que me rodea, no solo con las personas, sino con el propio entorno”.

Sobre el impulso del arte en León y Guanajuato comentó: “Considero que en los últimos años ha habido una mejora notable en los espacios y apoyos para el arte en la ciudad y en el estado, por ejemplo, en el municipio se han generado bienales y concursos, así como exposiciones enfocadas al talento local, sin dejar de dar los apoyos económicos que año con año se ofrecen a nuevos proyectos”.
Añadió que ha sido testigo de que la directora del Instituto Cultural de León, Liz Ahedo, de la mano de Irazú Páramo, directora de CAVI León, han tenido acercamientos con diversos artistas.
“Entiendo que aún hay mucho trabajo por hacer, no solo por parte de directivos y autoridades, sino también por los propios artistas, pero considero que estamos encaminados a generar un buen ambiente cultural”.
Con visión crítica
La artista visual expuso que sus mayores fortalezas son su formación académica, crecer constantemente, la experimentación y su visión crítica de su entorno, además de su personalidad obsesiva, lo que la hace que sus trabajos adopten su visión.
Cómo creativa, soy muy crítica con mi propio trabajo, entre la idea y la ejecución, por eso es difícil sentirse orgulloso al respecto, (los artistas) somos nuestros propios verdugos, pero personalmente siempre me gusta ver la obra expuesta e interactuar con el público, que capten el mensaje o la intención, que tengan una experiencia significativa, eso me hace pensar que hice bien mi trabajo y me genera cierto grado de orgullo”, afirmó.

Sobre la utilización de otras técnicas en sus proyectos expresó que es fanática de la experimentación y el aprendizaje, “tuve una época en la que hice pasteles y los vendía, eran esculturas hechas pasteles, pinturas hechas pasteles, fue por curiosidad que llegue a ser autodidacta, me acerque a la cerámica y sus diferentes técnicas, entonces comencé a experimentar también con ella”.
Entre sus planes a mediano y corto plazo, Álvarez contó que en el presente está en producción de obras pictóricas, y a la par, planea abrir un taller cerámico, además de colaborar con el Festival de Jazz de León junto a amigos y artistas. Por otro lado, apuntó que le encanta el trabajo colaborativo que se está gestando en León y que quiere aplicar una maestría en crítica o producción de obra.
Finalmente, invitó al público a que sigan pendientes de la escena local, que asistan a los eventos, museos, galerías y apoyen a los artistas, “bien dice Luis Camitzer -los museos son escuelas-, cultívense, no se van a arrepentir”.
DMG




